Dentro de unas horas iremos a la cancha de Gimnasia otra vez después de varios años de tener algo más de comodidad. Al margen de la bronca que da volver a ir a un estadio de metegol cuando hay un estadio como deberían ser todos los estadios, hubo varias cosas diferentes para este partido que son síntomas de los pequeños cambios que se empiezan a ver en el club. Como dije, son cambios pequeños pero son los que pueden implicar enormes cambios en la mentalidad.
River venía de un desgobierno, de un que me importa, de hagan lo que quieran que yo solo quiero afanar, de aprovechar cada necesidad del socio como manipulación política, de arreglese los otros... Durante los últimos años, gracias a la política de Macri, secundada por el padrino y por Gámez, la cantidad de gente visitante en los estadios debe ser la menor posible. El sueño de estos energúmenos es impedir que vayan los visitantes e impedir el espectáculo del fútbol argentino. A esta política nunca le hizo frente nuestro presidente porque entendió el negocio para su bolsillo. Oferta y demanda. ¿Si hay 10 mil hinchas de River que quieren ir a ver a nuestro club todas las semanas, cuanto estarían dispuestos a pagar los 5 a 8 mil hinchas que quedan afuera?
Estos últimos años hubo que hacer maravillas para ver partidos de visitante. Por más vueltas que se daban, la única forma de llegar a la entrada era a través de agrupaciones o peñas. ¿Qué pasó? Muy fácil, Aguilaucha y Mario BROS decidían quien tenía el poder de llevar a gente a la cancha, la gente común llegaba a las 10 de la mañana a la boletería y ya no habían entradas. No servían las maniobras de hacerse un tiempito en el trabajo e ir a hacer la cola o pedirle a alguien que hiciera la cola, todo era inútil porque las entradas ya estaban separadas y muy pocas se ponían en la boletería. Debimos hacer locuras al por mayor, como ir a la cancha de Banfield cuando River salió campeón en 2008 sin entradas y comprarlas a cuadras de la cancha porque sobraban un montón de entradas entre la gente de distintas filiales, yo fui a otros 2 partidos sin entradas y conseguí sobre la hora la entrada y sin pagar sobreprecio, en el partido contra Huracán que fue el día de la madre decenas de grupos tenían entradas de sobra porque gente que había pedido que les guardaran no se habían presentado… locuras enormes, jugadas arriesgadas en muchos casos pero valían la pena solo porque del otro lado estaba River Plate. Por suerte nunca tuve que claudicar al negocio de la barra y los dirigentes ladrones que estaban buscando el sobreprecio para sacar ganancia donde no debían (en esto ayudó la necesidad política de muchos dirigentes).
El año pasado el tema se agravó y se hizo imposible conseguir las entradas. Aparentemente, Passarella ha decidido terminar con este chancherío y manipulación. Hacía muchísimos meses que no lográbamos ver lo que pasó esta semana. Fue una persona a sacar 6 entradas al medio día y le dijeron: “2 carnets por persona y 1 entrada por carnet”. Maldijimos la postura pero es una regla pareja para todos y no hay tutía (cosa que antes se daba según la cara). Es más, ahora hacen su trabajo la gente de seguridad y de boletería porque si ven a alguien que se mete otra vez para sacar la entrada lo invitan a retirarse y que no haga vueltas a la calesita. Finalmente, otras 2 personas lograron ir a las 18 horas y todavía había entradas. Milagro!!!! Podemos a ir a La Plata…
Claro que esta no es la cuestión. La cuestión es que volvió la famosa “mano dura” del kaiser que se ve en varios lados. El ingreso al club es pasando el carnet por una lectora y todos lo deben hacer porque la vigilancia está controlada por una cámara y son llamados cuando alguien no pone su carnet (obviamente que vigilancia explica porque una persona entra sin pasar el carnet, siempre puede haber motivos para no hacerlo). Passarella contrató al mono Claut (como ex jugador de las inferiores conoce del tema) para que ponga un poco de orden en el lugar donde viven los jugadores de divisiones inferiores porque parece que se les fue de las manos el descontrol que impera allí. No sabemos cuanto habrá de verdad pero es cierto que River invierte la mayor cantidad de ingresos en ese sector y hay que cuidarlo porque deben ser profesionales y deportistas.
Hoy en día, la cuestión es que la gente está empezando a hacer el trabajo por el cual se les paga. En un país poco afecto a seguir las normas, no es malo que alguien las haga cumplir, especialmente después de tanto zafarrancho y tanto que me importa. Tal vez en unos años diga que se les va la mano, porque también es la tendencia cuando quienes manejan son tan estrictos pero al menos sería bueno acercarnos al punto medio cuando estamos en medio del descontrol. Hoy, me pone feliz que haya gente que se preocupe y cuide lo que sucede en el club y los derechos de sus socios.
Ahora vamos a La Plata y esperemos conseguir algo más que bueno.
Saludos.
Por Charro.
River venía de un desgobierno, de un que me importa, de hagan lo que quieran que yo solo quiero afanar, de aprovechar cada necesidad del socio como manipulación política, de arreglese los otros... Durante los últimos años, gracias a la política de Macri, secundada por el padrino y por Gámez, la cantidad de gente visitante en los estadios debe ser la menor posible. El sueño de estos energúmenos es impedir que vayan los visitantes e impedir el espectáculo del fútbol argentino. A esta política nunca le hizo frente nuestro presidente porque entendió el negocio para su bolsillo. Oferta y demanda. ¿Si hay 10 mil hinchas de River que quieren ir a ver a nuestro club todas las semanas, cuanto estarían dispuestos a pagar los 5 a 8 mil hinchas que quedan afuera?
Estos últimos años hubo que hacer maravillas para ver partidos de visitante. Por más vueltas que se daban, la única forma de llegar a la entrada era a través de agrupaciones o peñas. ¿Qué pasó? Muy fácil, Aguilaucha y Mario BROS decidían quien tenía el poder de llevar a gente a la cancha, la gente común llegaba a las 10 de la mañana a la boletería y ya no habían entradas. No servían las maniobras de hacerse un tiempito en el trabajo e ir a hacer la cola o pedirle a alguien que hiciera la cola, todo era inútil porque las entradas ya estaban separadas y muy pocas se ponían en la boletería. Debimos hacer locuras al por mayor, como ir a la cancha de Banfield cuando River salió campeón en 2008 sin entradas y comprarlas a cuadras de la cancha porque sobraban un montón de entradas entre la gente de distintas filiales, yo fui a otros 2 partidos sin entradas y conseguí sobre la hora la entrada y sin pagar sobreprecio, en el partido contra Huracán que fue el día de la madre decenas de grupos tenían entradas de sobra porque gente que había pedido que les guardaran no se habían presentado… locuras enormes, jugadas arriesgadas en muchos casos pero valían la pena solo porque del otro lado estaba River Plate. Por suerte nunca tuve que claudicar al negocio de la barra y los dirigentes ladrones que estaban buscando el sobreprecio para sacar ganancia donde no debían (en esto ayudó la necesidad política de muchos dirigentes).
El año pasado el tema se agravó y se hizo imposible conseguir las entradas. Aparentemente, Passarella ha decidido terminar con este chancherío y manipulación. Hacía muchísimos meses que no lográbamos ver lo que pasó esta semana. Fue una persona a sacar 6 entradas al medio día y le dijeron: “2 carnets por persona y 1 entrada por carnet”. Maldijimos la postura pero es una regla pareja para todos y no hay tutía (cosa que antes se daba según la cara). Es más, ahora hacen su trabajo la gente de seguridad y de boletería porque si ven a alguien que se mete otra vez para sacar la entrada lo invitan a retirarse y que no haga vueltas a la calesita. Finalmente, otras 2 personas lograron ir a las 18 horas y todavía había entradas. Milagro!!!! Podemos a ir a La Plata…
Claro que esta no es la cuestión. La cuestión es que volvió la famosa “mano dura” del kaiser que se ve en varios lados. El ingreso al club es pasando el carnet por una lectora y todos lo deben hacer porque la vigilancia está controlada por una cámara y son llamados cuando alguien no pone su carnet (obviamente que vigilancia explica porque una persona entra sin pasar el carnet, siempre puede haber motivos para no hacerlo). Passarella contrató al mono Claut (como ex jugador de las inferiores conoce del tema) para que ponga un poco de orden en el lugar donde viven los jugadores de divisiones inferiores porque parece que se les fue de las manos el descontrol que impera allí. No sabemos cuanto habrá de verdad pero es cierto que River invierte la mayor cantidad de ingresos en ese sector y hay que cuidarlo porque deben ser profesionales y deportistas.
Hoy en día, la cuestión es que la gente está empezando a hacer el trabajo por el cual se les paga. En un país poco afecto a seguir las normas, no es malo que alguien las haga cumplir, especialmente después de tanto zafarrancho y tanto que me importa. Tal vez en unos años diga que se les va la mano, porque también es la tendencia cuando quienes manejan son tan estrictos pero al menos sería bueno acercarnos al punto medio cuando estamos en medio del descontrol. Hoy, me pone feliz que haya gente que se preocupe y cuide lo que sucede en el club y los derechos de sus socios.
Ahora vamos a La Plata y esperemos conseguir algo más que bueno.
Saludos.
Por Charro.