Hay que estar atentos, siempre habrá un vivo en busca de grandes negocios... no siempre serán para el club
Este posteo está escrito en base a otra parte del libro de Gustavo Veiga “fútbol limpio, negocios turbios”. Quedé tan atónito al leerlo que decidí copiar textualmente los 12 rubros.
El 23 de mayo de 2000, el vicepresidente Dávicce presentó un borrador del acuerdo con el fondo de inversión texano Hicks, Muse, Tate & Furst (HMTF, propietario del paquete mayoritario de TyC). Se establecía: A) Que el club es una asociación civil sin fines de lucro cuyo propósito principal es promover la práctica de fútbol y otros deportes. B) Que la empresa es una afiliada de Torneos y Competencias S.A. y que HMTF, grupos líderes a nivel regional en la explotación de negocios vinculados con los deportes en general y con el fútbol en particular, C) Que el club y la empresa desean asociarse, en los términos y condiciones de este acuerdo, para realizar en forma conjunta y en beneficio mutuo la explotación comercial de ciertos negocios del club”
¿Cuales eran los negocios? Eran 12 rubros
A. Explotación de la totalidad de los espacios interiores y exteriores del estadio Monumental Antonio V. Liberti para la comercialización de publicidad estática.
B. Explotación de la publicidad en audio y carteles luminosos dentro del perímetro de la cancha
C. Cesión de los derechos de patrocinio (sponsorship) de los equipos del club en todas sus disciplinas, incluyendo la utilización por parte de los jugadores, integrantes del cuerpo técnico y médico, ball boys, etc., de manera exclusiva y permanente, de indumentaria de una marca determinada.
D. Disputa con carácter oneroso, por parte de los equipos de fútbol del club, de partidos y/o torneos amistosos producidos, organizados y comercializados por empresas en su beneficio
E. Explotación de la publicidad en la camiseta oficial, mediante la inscripción de las marcas distintivas de productos o servicios.
F. Explotación del nombre y las iniciales del club, sus colores, y todo emblema, marca, diseño, escudo, mascota o símbolo que lo identifique actualmente o en el futuro
G. Cesión del derecho a realizar promociones comerciales dentro del estadio
H. Concesiones para la explotación del servicio de bar, catering, venta ambulante de bebidas durante los partidos de fútbol y eventos y/o espectáculos de cualquier índole que se realicen en el Monumental
I. Cesión de la explotación de la página, espacio o sitio oficial del club en internet o en cualquier otra red electrónica o medio de enlace similar que la reemplace o coexista con ella
J. Cesión del derecho a producir, comercializar y distribuir videos, composiciones musicales, posters y objetos conmemorativos relacionados con el club.
K. Derecho a explotar comercialmente cualquier base de datos, archivo gráfico o audiovisual u objetos con valor museológico que sean actualmente o lleguen a ser en el futuro propiedad de River.
L. Cesión de derechos exclusivos sobre las imágenes y el sonido de los encuentros de cualquier tipo que sean disputados por equipos del club en todas las disciplinas y cuya comercialización corresponda actualmente o en el futuro al club.
Como se puede leer no dejaron títere con cabeza, la entrega es absoluta, hasta se tomaron el trabajo de pensar en adueñarse de cosas que aún no existían y que hubieran podido existir. De haberse firmado, hoy hubieran tenido el manejo de cosas que ni se imaginaron que pudieran existir (twitter, facebook…), cosas que se hicieron mucho después de la firma de este acuerdo (el museo, la universidad…), toman el poder de decisión sobre publicidades (tener la camiseta con 10 publicidades multicolores…), si se hiciera lo del esponsoreo de la cancha (se hablaba de 40 millones de dólares).
La propuesta fue acercada por el socio de HMTF, Carlos Avila y se encargó de convencer (gracias a D’s sin éxito) a sus pares, el vicepresidente y ex presidente Alfredo Dávicce. En caso de que alguno piense que lo trascripto anteriormente es la parte escandalosa, les dejo que lean y digieran lo mejor.
El fondo obtenía estas concesiones y las facultades necesarias para administrar, renegociar y modificar los términos de los contratos, procurar otros nuevos y, además, elaborar y determinar los cursos de acción a seguir por el club frente a autoridades gubernamentales, clubes o asociaciones deportivas y entidades que los agrupen directa o indirectamente, en todos los asuntos que en forma directa o indirecta tengan un impacto significativo sobre la rentabilidad de cualquiera de los negocios (esta condición la utilizó luego Aguilaucha con los fondos de inversión para la compra de jugadores).
A cambio de todas estas concesiones, River Plate recibiría 5 millones de pesos contra la firma del acuerdo más 20 millones como un préstamo a devolver en 4 años con cuotas anuales e iguales y le cedería al grupo HMTF y TyC el 50% de los ingresos netos de todos los negocios del club. El negocio era por 5 años y el grupo inversor lo podía prorrogar automáticamente por otros 5 en caso de desearlo.
Este primer borrador no pasó ni siquiera el filtro del estudio jurídico que asesora al club (tantas irregularidades lo hacían inviable), ante esto se hicieron algunas modificaciones que tampoco recibieron apoyo en la comisión directiva (a pesar de que se levantó bastante el precio ridículo de la oferta). De más está decir que hubo un escándalo silenciado por los medios, Dávicce se lavó las manos diciendo que él no era el presidente como para tomar una decisión así, Pintado se molestó y se iniciaron los cortocircuitos entre ambos dirigentes.
Aguilaucha fue uno de los principales opositores (fue el envión para su postulación y posterior victoria electoral del 2001), y luego terminó haciendo los negocios por su cuenta repartiendo mucho menos. Creo que esta situación que vivió el club hubiera sido muy diferente si hubiera habido una prensa independiente porque hubiera provocado un escándalo incontrolable (ni imaginar si hubieran existido los blogs y las redes sociales). Recordarlo es una buena forma de impedir que tan facilmente se propongan llevar el club, los tiempos modernos son tiempos difíciles y hay que estar muy atentos si queremos mantener a nuestro club como una entidad social. La participación y el cambio de reglas de juego es el camino para impedir estos atropellos.
Por Charro.