Varios se fueron... pero siguen libres y esperando la oportunidad para volver (o para no sufrir el repudio general)
Hace pocos días se cumplieron los
primeros 2 años del gobierno de DAP y este fin de semana eligieron presidente los 2 equipos de
Avellaneda, cerrando un ciclo especial en la historia del fútbol argentino.
Estas últimas 2 décadas podrían ser denominadas la etapa del
saqueo del fútbol argentino. Una empresa de telecomunicaciones se asoció al
mandamás del fútbol, y siguiendo el modelo que se inició con el consentimiento
de la FIFA, decidieron rendirle pleitesía a la TV. Havelange vendió el alma al
diablo con laderos muy fieles (Grondona a la cabeza) y años después, cuando
hubo que profundizar el modelo, Grondona decidió no ser la cara visible del
modelo pero decidió tener el poder. Siendo el vicepresidente 1* y presidente de
las finanzas de la FIFA, no dejó acaparar poder y billetes sucios, fue usando
el sistema corrupto de la FIFA en la AFA y se aprovechó de su sintonía con el
gobierno nacional de turno (el Menemato). La unión del poder del dinero de la
TV con la corrupción dirigencial del deporte que más pasión despierta en el
mundo, introdujo a los intermediarios y a todos los corruptos que vieron la
oportunidad.
10 años de sangría podría haber sido demasiado para
cualquiera pero amparándose en los buenos resultados anteriores de la selección
y en los posteriores de River Plate y Velez a nivel internacional (que en los últimos
años del siglo pasado se sumaron los bosteros), aprovechó para profundizar el modelo.
Mientras la mayoría pensaba que Aguilaucha lideraría la oposición al modelo del
Padrino, éste no hizo más que unirse a sus huestes e inició el modelo del
saqueo. Ya no era cuestión de sacarle los ingresos genuinos de la TV y la venta
de jugadores, se sumaron los barras como sicarios y socios, “periodistas
partidarios” como voceros y silenciadores de la realidad, millonarios con
necesidad de blanquear sus ingresos non sanctos…
La realidad de ese proceso de saqueo se puede ver claramente
hoy, con clubes que están debiendo más de 100 millones (muchos rondando los
200), planteles con jugadores de nivel paupérrimo, pocos periodistas con
capacidad de análisis, arbitrajes corruptos y manipulados por el sistema (tema
del que nadie quiere hablar porque se terminaría el negocio) y dirigentes que
ya no pueden esconder sus atrocidades pero que al mismo tiempo eluden
misteriosamente la cárcel.
En estas últimas elecciones pudimos ver en libertad a Miele,
Aguilaucha, Babington, Lopez, Muñoz, Comparada, Blanquiceleste… (y siguen las
firmas) pero en ningún caso pudieron mantener la presidencia porque la gente
los repudió (un cacerolazo en las urnas). El único que pudo mantenerse (de una forma claramente fraudulenta)
en el poder fue Portell en Banfield. Todos estos clubes tuvieron un modelo
igual en los últimos años, todos fueron “amigos”, “socios” o aliados fieles y sumisos del mandamás,
pelearon un título o lo ganaron y luego pelearon el descenso (o descendieron).
El sube y baja de estos equipos es claro, todos tuvieron más de un período de
gobierno y alguna obra con la que disfrazaban un primer período aceptable para
después desnudar muy rapidamente el saqueo durante el segundo mandato.
Las elecciones en todos estos clubes marca un clarísimo
hartazgo y un deseo de cambio (solo faltó la manifestación popular "que se vayan todos" porque fue imposibilitada por los sicarios del club), sin embargo este cambio cuesta mucho. La política
Miele/Savino, Davicce/Aguilaucha, Lalin/Blanquiceleste,
Ducatenzeiller/Comparada, Zanolla/Babington, Lopez, Macri, Portell, Muñoz, toda
la mafia en Central… fue seguida por un cambio de rumbo que en la mayoría de
los casos no han logrado salir del modelo. Newell’s festeja haber salido del
martirio de Lopez pero no levanta demasiado su cabeza, Abdo y DAP demostraron
incapacidad, Del Mar no pudo eludir el descenso, Ameal no consiguió respaldo, mientras
que Molina si lo logró; Cantero es una gran apuesta del socio para terminar con
la línea de saqueo (similar a lo que nos pasó a nosotros aunque aparentemente
este candidato tiene más preparación).
Así está el fútbol argentino, peleando por no quebrar,
buscando soluciones mágicas en el Estado, dándose el lujo de tener canchas vacías,
alimentando a sicarios (léase barras), a uniformados (léase policía), a testaferros
y/o socios de dirigentes (léase intermediarios), a voceros cómplices y con título
(léase periodistas partidarios)… muchos ricos nuevos mientras que el orgullo
social de nuestro país, los clubes sociales nacidos desde las entrañas mismas
de la sociedad, fueron destruidos por estos aprovechadores.
Esperemos que no sea tarde y que haya un cambio real.
Por Charro.