"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

viernes, 1 de febrero de 2013

Novela de verano con guión prometedor

Llegó, firmó, se cambió y entrenó...

Finalmente ayer entrenó Iturbe en River Plate y se convirtió en el segundo jugador que llegó al plantel de Ramón Diaz. La novela de Iturbe fue tan larga como la de Fabbro pero el final feliz que diferencia esta historia de la del jugador de Cerro Porteño es el deseo del jugador por jugar en nuestro club. Cuando expresé mi disgusto por poner decenas de veces la mejilla ante las irrespetuosidades de la dirigencia paraguaya y las irresponsabilidades del jugador me chicaneaban diciendo que no se puede ser tan obtuso de negar la habilidad de un jugador (?) necesario por ser bostero (?). Desde acá insisto que al pretender a un jugador se debe poner en la balanza los pro y las contras para determinar si conviene o no traerlo. 

La balanza de Fabbro estaba muy desbalanceada y no era justamente por los colores que pueda llevar en su corazón porque el amateurismo terminó hace varias décadas, sin embargo dentro de este profesionalismo salvaje (?) o neoliberal (?), aún hay ciertas cuestiones del corazón (?) que se tienen en cuenta. Lo escrito en twitter por Fabbro no tiene que ver con sus sentimientos sino con su falta de profesionalismo y con su falta de inteligencia para manejarse fuera de la cancha de fútbol. La balanza tenía muchas pesas puestas entre los pros (especialmente relativos a su posición y la dificultad de encontrar jugadores con las cualidades que necesita River Plate) y los contras (eran muy evidentes y eran relativas a su entorno, a su indecisión, al club donde está, a su edad, a su falta de profesionalismo...) pero hubo un punto que nunca se pudo remontar, el deseo del jugador para vestir la camiseta de River Plate es la que marca la diferencia cuando no sobra la plata, vestir la camiseta de River Plate es un reto para cualquier deportista y todos saben que hay distintos tipos de glorias y de retos, dificilmente se encuentre un reto superior al de lograr un título vistiendo el manto sagrado. Las palabras del Chori Dominguez aún deben estar retumbando en los oídos de la actual dirigencia porque se comieron un nuevo garrón (entre los miles que provocaron en estos 3 años, en este no tenían la culpa) por darle el gusto al entrenador, "Creo que siguen equivocándose, vestir los colores tiene que ser un sueño, no creer que es un equipo más, porque no lo es", si un jugador no entiende esto (típico del jugador que piensa que nuestro club es un trampolín para jugar en Europa y piensa que es más importante jugar en un equipo de Ucrania o Rusia que en River Plate), además de ir hacia el fracaso, dificilmente le de réditos deportivos a nuestro club.

La novela de Iturbe se vivía al mismo tiempo pero en un segundo plano por 2 motivos, el primero porque Fabbro era una obsesión exagerada de Ramón y la segunda porque Iturbe estuvo preparándose y jugando el sudamericano sub20 y porque luego estuvo de vacaciones. La negociación fue tan difícil como la anterior y tuvo algunas complejidades superiores (Ramón estaba tan obsesionado por Fabbro que en un momento prefirió que caiga este pase para insistir con el otro) pero se logró llegar a buen puerto gracias al deseo y presión del jugador. En ambos casos el jugador tenía una relación con los bosteros pero en este caso, Iturbe mostró el agradecimiento por el interés y entendió que River Plate cumplía con todos los deseos que tiene un jugador argentino que quiere triunfar en el fútbol. Su deseo es vestir la casaca de un grande de la Argentina, disfrutar pelear un título en Argentina, poder pelear realmente un puesto en el equipo titular, continuar su crecimiento como jugador y ser dirigido por un buen DT. En ningún momento dudó donde quería jugar (probablemente mucho influyeron Lucho Gonzalez, Saviola, Aimar...) y así se lo hizo saber a la dirigencia dueña de su pase, en todo momento exigió a la dirigencia portuguesa para que se siente y acerque posiciones y rápidamente llegó a un acuerdo con River Plate acerca de sus pretensiones económicas. El pibe (que carga con el peso de que la prensa le haya puesto ¨el Messi paraguayo¨) tuvo pedidos para jugar en Brasil y Europa sin embargo hizo carne las palabras del Chori y acá está.

Así como Fabbro partió con la pierna cambiada su historia con River Plate gracias a su estupidez mostrada por twitter, Iturbe ya demostró manejarse con más inteligencia. No quiso malos entendidos y su cuenta @Juan_Iturbe93 la utilizó como medio de presión y para descargar su felicidad. Empezó escribiendo ¨Que linda noticia, en breve se los comento !¨ y al rato agregó ¨Sólo falta el gancho señores ! Contentísimo¨ y esa noche terminó con otro mensaje ¨Hoy me duermo tranquilo y feliz ! ! Buenas noches 😁¨. Al día siguiente parece que estaba más calmado y dedicó sus twitts ¨Final feliz, fin de la novela ! Siempre lo bueno se hace esperar¨ y ¨ Gracias a toda la gente de ! Estoy orgulloso de pertenecer a un club fabuloso, maravilloso. Hoy me toc¨ Hoy mi primer entrenamiento, gracias por sus mensajes. Vamos que vamos¨. 

Nadie puede asegurar de antemano quien triunfará y quien pasará sin pena ni gloria por la riquísima historia de River Plate pero este chico dio unos pasos muy importantes (como en su momento los dieron Ponzio, Trezeguet, Cave, Chori y tantos otros), leyéndolo dan ganas de que triunfe y da esperanzas ver a un pibe con tantos deseos por vestir el manto sagrado y triunfar con él. Es un jugador con la edad justa para dar el gran salto y triunfar, él lo sabe y lo está buscando, esperemos que se le de (como en su momento pasó con Alexis Sanchez) en nuestro club. En estos años nos llevamos muchos chascos y muchos vende humos pero este pibe está mostrando deseos, felicidad, seriedad y hambre... solo falta que lo demuestre en la cancha. 

Mucha buena suerte pibe...

Por Charro.

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