"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

sábado, 27 de abril de 2013

Matrimonios, amantes y reconciliaciones (?)

Ahora habrá que aprovechar el próximo encuentro

Cuando Ramón Diaz asumió la dirección técnica del fútbol profesional del club, todos sabíamos que era un matrimonio por conveniencia. El encuentro tan esperado (más de 10 años) había tardado más de la cuenta; en el camino pasaron varios momentos trágicos y en varios otros estuvo claro que se debió recurrir a Ramón para descomprimir la situación (más allá de lo que haya demostrado como DT). Mucho sufrimiento tuvo que pasar para que DAP reconociera la necesidad del momento, la necesidad de descomprimir por un tiempo la bronca y desesperación del hincha. DAP nunca lo quiso y su terquedad fue superior a la necesidad del hincha, pasaron los momentos de zozobra previos al descenso, pasaron las horas posteriores al descenso, pasaron las horas desesperantes del ascenso, pasaron las primeras fechas tambaleantes de la vuelta y nada modificó la costumbre de DAP de sentirse superior y no permitir que nada modifique lo que su ego manda. Recién faltando un año para una posible reelección decidió dejar su ego de lado y aceptar el único camino que haría posible que se volviera a candidatear. Por conveniencia se sentó con Ramón y ambos decidieron que fuera nuestro DT, DAP  soñaba con que Ramón levantara al equipo, lo sacara campeón y así pudiera tapar todo el sufrimiento y desaguisados de 3 años (que una buena campaña y la incapacidad opositora pudieran echarle la culpa a otros y eludir su responsabilidades), por su parte Ramón conseguía lo que tanto había esperado, la famosa vuelta al hogar.

Claro está que los matrimonios por conveniencia suelen ser complicados, más que nada cuando hay un tercero y ambas partes saben que el corazón de uno está con el tercero. Nadie duda que Ramón está más preocupado por lo que pasa con el hincha que por lo que le pase a la actual gestión, se pelea con DAP por los refuerzos y para que haga bien las cosas que tienen relación con el equipo, el resto va corriles diferentes e intenta meterse lo menos posible, intenta no ser utilizado a la hora de la política.

La relación de Ramón con el tercero, o sea el hincha de River Plate, pasaba por un gran momento gracias a que logró encaminar al tren descarrilado. El camino recién se empezó a desandar pero en muchas ocasiones demostró que sabía como encarrilarlo, primero fue en el verano consiguiendo la llegada de Vangioni, luego vinieron los partidos del verano donde el equipo volvió a demostrar intención de jugar con la pelota y especialmente mostró intención de protagonismo (la defensa de 3 podía ser un peligro pero en esos partidos sirvió ilusionar con una táctica muy agresiva) y luego vino la ilusión de volver a ver al equipo expectante en los primeros puestos aunque no haya logrado plasmar el buen juego en la cancha.

En el camino hubo algunas peleitas de enamorados (cuando peleó tercamente por traer a un muy discutido Fabbro, la derrota veraniega ante los bosteros, la derrota ante CASLA y la posterior caída en Rosario, el bajo rendimiento del equipo, los constantes cambios y jugadores que no rinden) pero la real ¨pelea¨ se dio esta semana. Un partido que se prejuzgó como ganado (tanto por el cuerpo técnico como por los hinchas) hizo que ambas partes mostraran su enojo. Primero fueron los hinchas y luego fue Ramón (por defender a sus jugadores y enojado con el canto exigente e insultante de los hinchas) pero como suele pasar cuando hay sentimientos, primero se bajó los decibeles de la pelea y todo terminó ayer con el mensaje de Ramón en twitter. Cuando hay sentimientos en el medio es entendible que haya peleas y que haya reconciliaciones rápidas. Habrá que ver que secuelas dejó en quienes no sienten tanto amor por el riojano y los que se sienten bastardeados (?) cuando alguien les pone límites a su ¨amor¨ por el club. La cuestión es que muchos vimos las equivocaciones y será bueno bajarse del caballo y volver a tirar hacia delante.

El tiempo dirá si esto dejó alguna secuela o si es una simple anécdota dolorosa y decepcionante. El tiempo dirá si sirvió para algo y si ambas partes aprendimos de los sucedido. El tiempo dirá cuanto nos falta para llegar al título y si esta discrepancia ha servido para encaminarnos hacia un título. Mañana será un buen momento para la reconciliación y volver a las alegrías.

Por Charro.

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