Orden, actitud y un buen tiro libre

Una oportunidad, un gol, una victoria... un paso para empezar a crecer

Después de haber pasado el período más largo de nuestra historia sin competir por una copa internacional, parece suficiente haber ganado un partido de visitante. Extrañamente (logros inexplicables de nuestro país), el triunfo solo se pudo ver por TV, soportando la transmisión de Closs y Niembro (suficiente castigo para quienes venimos viviendo tantas arbitrariedades) y viendo tribunas vacías.

La expectativa era grande por la vuelta a las competencias internacionales pero la realidad que vive nuestra institución nos llevaba a ser más prudente de lo habitual. Habiendo visto el partido, todos podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío, de cara a la serie con CASLA, el vaso está medio lleno, de cara al rendimiento físico y el poco recambio (hay muchísimos pibes sin experiencia en la lista de 30 jugadores), diría que sería milagroso poder avanzar sin sufrimientos.

Lo más importante de ayer fue la actitud del equipo

El partido nos mostró varias cosas positivas en medio de las negativas ya conocidas y que no sorprenden. Con anterioridad al partido cualquiera hubiera dicho que no estamos teniendo poder ofensivo ni volumen de fútbol, que los partidos de visitante los sufrimos y nos cuesta mucho tener la pelota ante la presión del rival, que varios jugadores no estan encontrando su nivel y eso perjudica al equipo que anda a la deriva y, lo peor de todo, la última visita al Nuevo Gasómetro había sido patético (nos habíamos comido una paliza y había sido una de las últimas experiencias jugando con línea de 3). La sorpresa surgió en la actitud del equipo y el planteo ¨mezquino¨ pero utilitario (?) que eligió Ramón (raro en él, se subordinó a la necesidad y a lo que tenía por sobre lo que el hincha ¨exige¨).

Desde la primera pelota se vio a un CASLA que quiso dominar la pelota, jugar en campo rival, ser punzante por los costados y ser muy vertical; a esa idea, River Plate le contrapuso una línea media aguerrida y con ayuda permanente a los defensores (Kranevitter ayudando a Ponzio y Rojas a Vangioni) o, en caso de ser necesario, se sumaban a Ledesma por el medio. La idea de Ramón funcionó a la perfección gracias a la actitud mostrada por los jugadores que en ningún momento se dejaron llevar por delante (algo muy habitual cuando un equipo nos aprieta) y desde el primer minuto ahogaron a los jugadores cuervos. Hubo algunos sofocones que varias veces fueron salvados gracias a la rapidez y seguridad de Balanta o a los relevos muy activos, en ese primer tiempo fue muy importante la labor de Vangioni (creo que fue su mejor partido defensivo con nuestra camiseta, el problema es que se sigue cansando al hacer el sacrificio defensivo y ofensivo permanente) y el trabajo que más me sorprendió fue el de Lanzini. El juvenil está levantando su nivel e hizo un enorme esfuerzo defensivo y de lucha además de tomar la responsabilidad de comandar el ataque. Fabbro sigue estando muy flojo (estoy convencido que Ramón se equivocó haciéndolo jugar el domingo en Mendoza, fue un manotazo de ahogado innecesario) pero con un par de pinceladas nos demostró la necesidad que tiene River Plate de contar en su equipo con un buen conductor. Por ahora está lento y pierde mucho más de lo que gana pero se nota que puede cambiar el ritmo y encontrar los huecos en las defensas rivales, hasta ahora su mayor mérito es haberle quitado responsabilidades a Lanzini y por eso Manu ahora juega más suelto.

Balanta es un león, su inexperiencia la suple con rapidez y personalidad

No hay que engañarse, ofensivamente River Plate no hizo nada, fue una sola jugada de tiro libre (gracias a un error rival) y no tuvo nada más hasta que Casla atacó desesperadamente y se regaló defensivamente para que le dieron un golpe de KO (para lo cual River Plate no estuvo preparado). La euforia del resultado tiene más sustento en nuestra incredulidad (?) o poca expectativa previa que en el funcionamiento o trámite del partido. Sorpresivamente, nuestro equipo mostró cierta seguridad defensiva (Maidana también despejó mucho) y eso marca alguna esperanza para el futuro (especialmente porque todos pensamos que Teo se puede convertir en dios) pero la realidad ofensiva es preocupante. Llevamos jugados 4 partidos e hicimos apenas 2 goles gracias a 2 pelotas paradas (y la estadística sería más penosa si contamos las situaciones de gol creadas). Es cierto que Ramón todavía tiene mucho por trabajar y que hay varios jugadores que pueden levantar su nivel, de la misma forma que se puede poner en lo positivo que ayer entraron Kranevitter (está pidiendo pista, es una excelente alternativa y ayer demostró ser confiable, jugó en una posición no habitual y no le escapó a la responsabilidad) y Chichizola y cumplieron muy bien su tarea, de la misma forma que se puede decir que Fabbro, Carbonero, Mora (puro sacrificio físico pero muy poco fútbol) y Ponzio (no se encuentra en el puesto de defensor pero parece mucho más confiable que Mercado) aún pueden dar mucho más (punto aparte para el retorno de FM6, quien no jugó bien pero es una alternativa fundamental para Ramón ya que podría volver a soltar a Vangioni más arriba).

Lanzini, ofensivamente, hoy es fundamental. Ayer ayudó mucho en defensa también

Queda claro que falta mucho pero que se consiguió algo importante (que el plantel vea que se pueden lograr objetivos y que vean cuan importante es lo que se están jugando, es un punto fundamental), Ramón logró concientizarlos y los mentalizó para jugar la Copa de una forma especial (algo similar a lo que pasa cuando juegan en el Monumental). Habrá que ver si solo fue un partido o si de una vez por todas se conseguirá la famosa regularidad que se perdió hace muchísimos años.

Ahora nos toca seguir rezando para conseguir que Teo pueda jugar y que el equipo empiece a jugar como ellos y nosotros queremos... 

Por Charro.