Un precio muy alto por la falta de profundidad

Estuvo rápido al llevarse la pelota (muestra de concentración), lástima que no alcanzó...

Qué domingo! No faltó nada. Como decía en el posteo anterior, estaba todo preparado para la fiesta... pero los resultados y la realidad son las que mandan. El primer tiempo pintaba bien, interesante como propuesta y encaminado para ganar el partido si se solucionaban algunos errores pero, como suele pasar en el fútbol, cuando se desaprovechan las oportunidades, quedas expuesto a pagar precios muy caros por la ineficacia.

Así estaba la gente en el puente Labruna, ¿con qué necesidad?

Cuando se llegaba al Monumental parecía que la fiesta se podía abstraer de las vergüenzas habituales pero tal como escribí en la semana, todas las partes organizativas del espectáculo (dirigentes, policía, vigilancia privada, vallados, barras y TV) estaban más preocupados por sus ganancias y/o negocios relacionados con estafar o perjudicar a quienes mantienen económicamente al espectáculo; los hinchas. Acercarse al Monumental nos muestra el trato mafioso y corporativo de todos estos grupos acostumbrados a maniobrar e imponerse con el poder que les da la impunidad y de ser socios a la hora de permitir el chantaje y esas ganancias dañinas y violentas. Acercarse implicaba escuchar ¨populares, plateas¨ por todos lados (hasta los trapitos las ofrecen), ver vallados que  impedían circular libremente por los alrededores (el que llegaba por Figueroa Alcorta y quería ir a la Belgrano debía dar la vuelta hasta Libertador y volver, una vuelta de unas 20 cuadras en lugar de 6), hacer colas interminables por vallados policiales que llegado un momento decidieron frenar el ingreso de los hinchas (aglomeraciones terribles en el puente Labruna, Figueroa Alcorta y Udaondo) para provocar un enorme desorden (tema aparte para otro posteo porque la brutalidad que tiene la policía es malintencionada y extorsionadora. No logran tener trato con los seres humanos, no se reconocen y piensan que una chapa les da derecho a ser iguales que los delincuentes a quienes deberían frenar), tan alevosa fue la situación que empezado el partido, todas las tribunas tenían muchísimos asientos vacíos (de hecho, la Belgrano y San Martin altas volvieron a no estar completas a pesar de haberse agotado el canje. La forma en que nos toman el pelo ya es más que ofensiva). Entre todas estas barbaridades (¿será para que no olvidemos como nos solían tratar de visitante?), se empezaron a ver las pancartas y el verdadero inicio de campaña. 4 candidatos empezaron pegar fuerte (incluso dicen que en la Belgrano alta fue literal lo de ¨pegar¨); Caselli copó las cercanías, D´onofrio tuvo varios grupos haciendo campaña, DAP empapeló el barrio y Ávila puso varios pasacalles (Kiper se limitó a un par de banderas en algunas tribunas).

El show previo, la presentación con Nico Vazquez del nuevo modelo de camiseta

En medio del desorden de afuera (que a medida que se acerca el horario de incio del partido se acrecienta hasta terminar en desbordes) adentro intentaban hacer una fiesta con el estreno del nuevo modelo de camiseta (el negocio de Adidas es tan grande que ahora se estranará camiseta cada año). Había tanta gente afuera y era tal el delirio policial (insisto que los problemas se dieron en todas las zonas, acá no se le puede echar la culpa a los visitantes ni a los barras) que se debieron cerrar las puertas del club para que la gente se dispersara (?), de nada sirvió que por primera vez el club implementara un servicio al espectador (?) (en cada puerta había un empleado listo para evacuar preguntas o mandar al hincha hacia la tribuna que le correspondía, no se si tenían poder para hacer algo más). Mientras el actor Nico Vazquez intentaba hacer un espectáculo con la presentación de la camiseta, la pista de atletismo mostraba una nueva mano de pintura y en la pantalla led había más publicidad (?); en las tribunas y afuera se veía la realidad del club.

A Ponzio le cuesta mucho el lateral...

En fin... volvamos al partido (?). River Plate salió a comerse al rival y tocando rápido intentó escaparle a la fuerte presión del rival (todos entendieron que a River Plate hay que cortarle el circuito de juego y que esto empieza desde Ledesma, por eso la presión empieza en nuestro campo y continúa en toda la cancha sin descanso; lo que aún no entendimos es que esto cansa al rival y que todos decaen en los últimos 20 minutos. Uno de los problemas de ayer fue que nosotros decaímos antes). El primer tiempo a mi me gustó mucho (de acuerdo a lo que tenemos), mostró una intención y tuvo algunos puntos muy altos y otros muy bajos que impidieron concretar lo que se insinuaba. Balanta cubría perfectamente la subida de Vangioni y éste lastimó permanentemente en ataque (lo que siempre se espera y nos ilusiona del rosarino), el trabajo del colombiano fue tan bueno que no fue necesario el recorrido permanente en todo el largo del campo de juego (ahí también ayudó muchísimo Rojas). Para mi gusto ese tandem por izquierda funcionó muy bien (inclusive Balanta salvó un par de veces los agujeros que dejaba Maidana al cubrir a Ponzio). La defensa estuvo tan firme que Barovero no tuvo trabajo y todo parecía más que controlado. Ledesma lograba salir rápido y pasaba con facilidad la primera línea con el pase a Lanzioni y Rojas, el problema estaba en que Manu tuvo una muy mala tarde (algo bastante habitual cuando es el enganche y tiene todas las obligaciones sobres sus espaldas) y jamás logró juntarse con Ponzio y Carbonero para armar la otra lanza de penetración. Ponzio no tiene alma de carrilero y Carbonero aún (espero que sea cuestión de tiempo y no de capacidad) no se anima a desequilibrar para tirar el centro (aunque hay que reconocer que en el primer tiempo muchas veces estuvo solo y muy abierto pero no recibió el balón). Si a esta falla le sumamos que Mora y Teo (jugaron mal pero se les nota la experiencia y el peso sobre la defensa rival) estan fuera de forma y sin conocerse con sus compañeros, podemos entender que todo el dominio y las buenas intenciones se limitaron a romper parte del cerco santafecino pero apenas 2 veces terminaron en excelentes atajadas (esto sin mencionar un penalazo que le hicieron a Balanta en un corner y que el árbitro vio perfectamente, en TV vi que hubo uno menos alevoso en el segundo tiempo, si fuéramos vivos habría que hablar con el árbitro previamente para que lo tengan en cuenta). Así como se hizo un gran trabajo para pasar la primera línea defensiva, desastrosa fue la de pasar la última línea, nadie se animó a pasar, todos daban el pasesito al costado o hacia atrás (con lo cual hay que empezar todo de nuevo). El pase al costado es bueno cuando no se puede penetrar una defensa y se busca otro hueco pero es ineficaz cuando se hace permanente y no se cambia de ritmo.

 ¡Cómo le va a costar a Carbonero remontar la mala imagen que dejó en el Monumental!

El segundo tiempo fue otra historia. Un gol por desatención cambió todo lo bueno y mostró una cara desesperada del equipo. Ponzio quedó varias veces a contrapierna cuando se perdía la pelota, Ledesma era pasado y, Barovero o la ineficacia rival, nos salvaron durante un tiempo del segundo gol (el cual finalmente llegó por otra desatención). El segundo tiempo mostró todo lo malo, Vangioni no lastimó más, Rojas pasó a ser inofensivo y se perdió en la mediocridad, Ponzio está muy lento (de reacción y físicamente), Lanzini no tenía idea si estar en el medio o cerca del área, la pelota empezó a circular por derecha y Carbonero nunca se animó a pasar a su defensor (tan malo fue su segunda parte que muchos empezaron a pedirle perdón a Sanchez porque aún no demostró ser más que el uruguayo). Mora y Teo eran voluntariosos pero cometían demasiados errores y la defensa quedaba desacomodada por los errores que se cometían en el medio.

El partido terminó como debía, con el empuje del amor propio herido pero sin claridad. Un gol sobre el final, una polémica y la bronca por perder con un equipo que jugó a no perder y terminó ganando. La bronca por perder puntos que no se debían perder si se quiere pelear arriba pero con la preocupación de ver varios problemas peligrosos. Ver que a esta altura del torneo el equipo no responda físicamente por haber jugado en la semana, ver que aún no se consigue volumen de juego, ver que los jugadores todavía no se conocen (estamos en la cuarta fecha y no en la pretemporada), ver que los rivales aprendieron a molestarnos y nosotros aún no podemos lastimarlos es preocupante.

Esperemos que el domingo recuperemos los puntos perdidos y que por fin empiece la recuperación definitiva. 

Imágenes: @fedeperetti, @polacohaliasz, página millonaria

Por Charro.