Una relación que consiguió mucho más de lo que esperaban
Ya pasaron un par de horas de la conmoción que provocó la renuncia de Ramón y empiezan a haber algunas certezas que deberían permitirnos seguir adelante. El hecho de que haya sido una renuncia (o sea, una decisión del entrenador) debería hacernos entender que no queda más remedio que tomarlo como una decisión irrevocable y que ahora habrá que esperar que la dirigencia no se equivoque. Estará en cada uno decidir o creer en cuales fueron las razones para que Ramón haya tomado semejante decisión y esperar 3 años para votar en consecuencia pero hoy no queda más opción que desearle lo mejor al próximo DT y luego juzgar su accionar.
La sorpresiva decisión de Ramón (hasta la dirigencia pareció shockeada en un principio a pesar de las diferencias ¨ideológicas¨ entre el DT y los dirigentes) permite más un análisis de causas y efectos que una guerra sangrienta. Fue muy extraño no escuchar a los protagonistas hablar mal de la otra parte aunque me dejaron la sensación de que dijeron mucho menos de lo que hubieran querido decir, el título logrado hace una semana (increíble que hayamos vivido todo esto apenas 10 días después del día más alegre del club en más de 5 años) permitió que ambas partes se tuvieran mucho respeto y hasta cierto cariño a pesar de no estar de acuerdo y no ser compatibles entre sí. Ninguno le quiso crear problemas a la otra parte y entendieron el dolor que le causa al hincha ver que se rompe una relación que nos llevó al título. Es una de esas típicas decisiones difíciles porque no se quieren tomar pero ambos saben que es lo mejor, esas decisiones que conllevan dolor pero que a la larga permiten no dañar el recuerdo y mantener una buena relación futura (Ramón sabe que tiene las puertas abiertas si quisiera volver y el cariño eterno de la mayoría de los hinchas y los dirigentes saben que a pesar del enorme dolor de cabeza que tienen hoy, mañana empezarán con el proyecto futbolístico que tanto desearon implementar).
Siempre se supo que no se tenían un cariño extremo pero hay decisiones que permitieron ese respeto. Ramón (hoy lo dijo también Emiliano) agradece que lo hayan mantenido en el cargo a pesar de la mala campaña del semestre anterior y que hayan dado un marco para el logro obtenido. La dirigencia respeta que el entrenador haya logrado el título y entiende su decisión. El trato que se dispensan es similar al de una pareja que se separa y tiene un hijo en común y deciden hacer todo en buenos términos para no dañar al hijo y la relación eterna que tendrán. En estos días leí algunas notas muy interesantes como la de Tomás Bence en cancha llena, la de Balcarce en River un sentimiento, la de Kunz en la máquina pero el enfoque que más me gustó fue la de Scher en el Gráfico diario. Las notas coinciden mayormente en cuanto a lo sucedido pero cada uno se enfoca en lo que piensa más importante para el análisis de la renuncia. Todos coinciden en la palabra ¨incomodidad¨ y en que en estos 6 meses se logró una buena pero forzada convivencia que terminó en un título. Mantener estas relaciones por conveniencia son muy desgastantes y suelen terminar mal porque cuando llegan las malas no hay mucho en donde apoyarse y ambos saben que pueden ser traicionados (por eso es importante encontrar el momento justo para irse sin rencores y sin odios). Teniendo en cuenta este escenario, también concuerdo en que las 3 patas de este culebrón (Ramón, Enzo y D´onofrio) pusieron por encima a River Plate y no como piensan muchos, que debieron seguir porque River Plate está por encima de todo. Se esforzaron al máximo durante 6 meses para conseguir el objetivo y cuando se logró, Ramón llegó a la conclusión que sería imposible seguir de la misma forma y conseguir los mismos resultados y sabía que este era su último momento en que tendría el poder de decisión sin verse perjudicado. Nos duele porque no podemos aceptar que habiendo ganado todo en este semestre y empezando a encontrar al equipo, haya decidido que es mejor irse. Algunos dicen que todo le importó un carajo y decidió irse ganador pensando en él, mientras que otros dicen que se fue porque la dirigencia le hacía la vida imposible; yo prefiero ser más ingenuo y ver la incompatibilidad y al mismo tiempo el esfuerzo que se hizo para lograr los objetivos a pesar de todo lo que los separaba. Dieron todo lo que tuvieron mientras estuvieron obligados a estar juntos, el destino los juntó pero la convivencia les demostró que no tenían los mismos gustos y pensamientos para lograr lo que consideran mejor para River Plate, por eso en buenos términos se dicen adiós y cada uno seguirá su camino.
Conseguir una separación en buenos términos tampoco es fácil
En mi opinión la dirigencia se equivoca cuando no dice todo lo que debe decir e intenta dibujarnos todo color de rosas porque no confía en que el hincha aceptará la realidad (como sucedió con el abono que lo dibujan como un favor al hincha y no dicen que necesitan plata para levantar la gran deuda, ahora no nos dicen que no coincidían con Ramón en el proyecto futbolístico pero que hicieron todo lo posible para ser flexibles y llevarse bien sin alejarse del proyecto). Los dirigentes quieren un DT de perfil bajo, que labure mucho, que mire las divisiones inferiores, que permita vender jugadores y no exija demasiadas compras importantes, que respete el momento económico del club, que se subordine a las decisiones dirigenciales y acepte a Enzo como enlace entre la dirigencia y el DT... esto hoy tiene un par de problemas (el primero la renuncia de Ramón), el principal es que nos remonta a Aguilaucha y sus técnicos sin experiencia que manipulaba para ir empobreciendo al club y llevarnos al desastre. Así como nos lleva a los recuerdos de una pesadilla, también hay que reconocer que el proyecto inicial (similar al de D´onofrio) fue el de Pellegrini pero falló en un par de items. Por un lado el estilo de juego nunca fue del agrado del hincha y el proyecto futbolístico estaba a cargo de algunos dirigentes. El actual presidente intenta manejarse con gente que sabe de fútbol y con muchas relaciones y por otro lado se ponen en manos de un ex jugador del club (con poca experiencia, lo cual nos remite a Astrada o Gorosito). D´onofrio siempre dice que quiere grupos de trabajo y que no le gusta depender de una persona, dijo que se apoyaría en Enzo a la hora de seguir adelante con este proyecto y así lo está haciendo.
Lástima que Ramón no pudo aceptar esto. Como dice Scher, esto es una cuestión de poder. Ramón necesita ser mimado (aunque la mejor versión como DT las consigue cuando se le ponen límites o cuando está contra la espada y la pared) y sentirse el centro de la escena, ser ovacionado y reconocido pero fundamentalmente sentirse dueño de las decisiones. Sus logros siempre le aseguraron ese poder y hoy claramente no los tenía, estaba subordinado al poder de decisión de Enzo. Ramón decidía en la cancha y pedía jugadores pero Enzo da la última palabra al presidente (quien finalmente toma la decisión junto a sus dirigentes de confianza) respecto a las incorporaciones. Fuera de la cancha el presidente ya no se apoya en el DT sino en su asesor, por eso pasa a ser fundamental que el DT también esté de acuerdo con el asesor. La estructura futbolística dejó de ser una pelea entre DT y presidente para convertirse en un diálogo entre DT, asesor y dirigentes.
Ahora empieza una nueva etapa (la etapa del proyecto del presidente) y debemos esperar que nos puedan dar alegrías como nos supo dar Ramón. No será fácil, se habla de Gallardo como entrenador (técnico de poca experiencia), de pocas incorporaciones a pesar de jugar 3 competencias, de la obligación de vender a un par de jugadores importantes y de priorizar la economía. Veremos si estamos hablando de un período de transición que complique la imagen de un ídolo como Enzo y de una gestión o si realmente estamos encaminados a volver a ser River Plate.
Por Charro.