"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

jueves, 20 de noviembre de 2014

La sumisa autodestrucción o la rebeldía superadora

Llegar a la cima no es fácil, suele implicar sacrificio y esfuerzo pero tiene un gusto muy especial...

Si nos hubieran dicho hace 3 meses que faltando un mes para terminar este semestre estaríamos como únicos punteros, habiendo perdido uno de los últimos 33 partidos, habiendo demostrado una superioridad increíble y habiendo ganado todos los partidos de la Sudamericana, todos hubieran firmado y estarían más que felices. Es cierto que esta realidad puede considerarse como parcial porque también se puede decir que en la última decena de partidos se ha bajado el nivel y cada vez cuesta más ganar los partidos. Ambas situaciones son ciertas pero los hinchas millonarios estamos más fatalistas y menos optimistas de lo que la posición conseguida por el equipo y el juego demostrado estarían indicando. Vaya uno a saber porqué no podemos disfrutar el momento y confiar en un gran final... 

Supongo que mucho tiene que ver en esto nuestra idioscincracia. El hincha millonario nace sabiendo que River Plate es superior al resto y que debe ganar, por eso cada vez que hay una derrota o que no se demuestra esa superioridad o que se nos acercan otros equipos; el resultado es pensar que somos más mortales y por ende nos vemos más débiles y terminamos siendo fatalistas (al revés le pasa al resto, cuando ven una luz de esperanza se agrandan y ruegan poder ser campeones). Es cierto que el análisis previo a los partidos definitorios contra los bosteros y Racing indican el cansancio físico, y especialmente mental del plantel, también es cierto que no se puede considerar que llegamos en inferioridad respecto a los rivales. Nuestro fatalismo y exigencia permanente vuelven a jugarnos una mala pasada. Tan loca es la situación que empezamos a agrandar a rivales que llegan casi al mismo lugar que nosotros yendo a los tumbos (los bosteros clasificaron más por suerte que por méritos y Racing sumó demasiados puntos por casualidad) pero al mismo tiempo hace que los otros se agranden sin bases sólidas mientras nosotros esperamos que todo se demuestre en el verde césped.

La locura llega a puntos tan absurdos que se inició una queja generalizada contra los pibes del club porque no hacen goles. Al inicio del torneo se habló de no quemar a los pibes, de no llenarlos de presión antes de lo que indica el tiempo de maduración pero las exigencias hicieron olvidar todas estas ¨promesas¨. Ya nadie habla de que estos pibes están cubriendo el lugar que debieron ocupar otros profesionales de calidad, los cuales no están en este plantel porque la dirigencia fue incapaz de traerlos, ya nadie piensa en quienes deberían jugar sino que prefieren insultar o castigar duramente a los pibes que estan dando la cara (como si hubiera algo mejor para poner). Esta situación me recuerda mucho a lo que pasó hace unos años cuando el Keko, Lanzini, Lamela, FM9 y algunos otros debieron dar la cara y tomar el timón por la ausencia de jugadores de nivel, se les pidió a estos pibes de 17 o 18 años (edad que hoy tiene Boyé) que levantaran a un equipo de escaso nivel (ahora se les pide a jugadores de aproximadamente 20 años que hagan los goles que debieron hacer algunos refuerzos que no llegaron). No solo se les pide que hagan el trabajo que debieron hacer otros sino que encima se les echa la culpa por todo lo malo que pueda pasar, terminan siendo los responsables de lo malo y no reciben ningún premio por lo bueno (que siempre es responsabilidad de los jugadores más importantes). El absurdo es tan grande que esta semana se hizo una campaña feroz contra Boye (lo acusaron de bostero por un tuit que nadie dijo si era el real o si se estaba refiriendo al club de su pueblo y por una foto con una bandera azul y amarilla que resultó ser del equipo que lo vio crecer en su pueblo natal) y pocos decidieron apoyarlo o tener consideración por un pibe que podría ser titular o tener que jugar algunos minutos en un partido histórico.

El nivel autodestructivo y de elevada exigencia del hincha millonario es peligroso y preocupante en ciertas ocasiones (como cuando exigíamos ganarle a cualquiera pero teníamos un equipo paupérrimo) pero también suele ser el punto de partida de la rebeldía de los grandes equipos de nuestra historia o aunque sea para los resultados importantes (como el gran equipo del 75 que se formó después de 17 años sin salir campeón, o el tricampeón y campeón internacional de los 90 que surgió luego de perder una semifinal internacional por penales en el Monumental, o el título del 2008 que se levantó luego de quedar fuera de una copa, o el último campeón que fue levantando el nivel después de una victoria en la bostanera sin público millonario y tantos otros ejemplos). Este plantel ha demostrado rebeldía y carácter, esperemos que el físico los acompañe como para enfrentar con éxito las duras pruebas de la copa y el campeonato y que pueda ver coronado tanto esfuerzo.

Ahora solo quedan unas horas para el primer enfrentamiento ante los bosteros y todos estamos preocupados y debiéramos estar esperanzados; este plantel demostró ser consciente de la camiseta que viste y la responsabilidad que tienen, preparemosnos para unos partidos de infarto y esperemos poder festejar. Salud, larga vida y felicidad para River Plate y todos sus hinchas.

Por Charro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias charro, es justo la nota que necesitabamos! Alenti!