El porcino rosita el principal beneficiado... cada vez habrá más chanchos y perros en la cancha
Todos sabemos que el fútbol argentino vive una crisis económica, estructural, política, de violencia, de mediocridad y como todas las soluciones que se buscan, no se apunta al problema sino a tapar con la mano el sol. A la violencia no se la combate ni se pone en la cárcel a quienes delinquen, simplemente se busca la forma de que esa violencia, violentos y negociados sigan sin destruir del todo al fútbol argentino (o sea que lo vayan destruyendo de a poco hasta que no quede más remedio de que alguien se haga cargo del problema). Al saqueo de los clubes no se lo combate ni se pone en la cárcel a quienes delinquen, simplemente se busca la forma de reemplazarlos cuando la figura presidencial ya está demasiado desgastada como para continuar y entonces se buca alguien afin o sumiso al poder central. Al manejo político económico no se lo combatió ni se puso en la cárcel a quienes delinquieron, simplemente se volteó la figurita sustituible poniendo más plata (y cambiando los objetivos del negocio) y se dejó al intocable. Ante estos movimientos, todo cambió para no cambiar o todo sigue igual pero con otro maquillaje o cambiaron algunos intérpretes y oyentes pero la música es demasiado similar. Ante un negocio que se hunde, no encontraron mejor forma de mantenerlo un rato más a flote con otro disparate. Ya no alcanza con impedir que el público vaya a la cancha y ver canchas vacías, no alcanza con que los clubes paguen operativos millonarios para menos público, no alcanza con que los dirigentes se lleven la plata y los clubes sean pantallas, no alcanza con armar planteles carísimos para buscar un título y luego fundirse (casos de AAAJ, Banfield son alevosos pero hay varios clubes que estuvieron a punto de ser campeones y descender en muy pocas temporadas de diferencia), no alcanza con convertir al fútbol en propaganda política en lugar de pensarlo como asociaciones con fines sociales que brindan un espectáculo fundamental para la sociedad argentina; ahora también debemos creer en la nueva solución mágica.
Nos quisieron convencer que el promedio era la solución, luego los torneos agosto a junio para poder hacer pretemporada con equipos del exterior, luego torneos cortos para que haya más campeones, la televisión inyectándole plata importante a los clubes (que terminó siendo robada), partidos de promoción para darle más emoción y posibilidades a los equipos que podrían ascender, la redistribución de las ganancias (los clubes chicos reclamaron más plata), el derecho de admisión (para impedir que los violentos vayan a la cancha), las cámaras de seguridad (para descubrir quienes eran los violentos), organismos de seguridad con distinto nombre dictando leyes y obligaciones a los clubes para cubrirse de los hechos delictivos que no se frenan, que el Estado pusiera el dinero que corresponde a las ganancias que daba el fútbol, la copa argentina (sumado a la recopa y la recontracopa), eliminar la promoción porque generaba mucha violencia, el AFA plus (¿que no se aplica por inviable?) y ahora llega la nueva estrellita... el campeonato con 30 equipos (algo tan ridículo que hasta la misma FIFA pide que no se haga).
Probablemente esta noche se vote en AFA una nueva forma de competir (o una nueva forma de eludir el verdadero problema de nuestro fútbol). Según informó el periodista Varsky (ideólogo de esta nueva competencia) hay dos proyectos en juego, por un lado un torneo de 2 zonas de 15 equipos (28 partidos más 2 partidos clásicos interzonales) que clasificarán a los 2 primeros de cada zona para jugar semifinal y final y así decretar al campeón. El otro poryecto sería para jugar todos contra todos pero solo una rueda (o sea 29 partidos más la vuelta ante el equipo clásico) y el campeón sería directamente quien sume más puntos. Las 2 alternativas ante la lógica y sencilla opción de 20 equipos con ida y vuelta (38 partidos como es en la mayoría de los países) son ridículas y entonces surge la obvia pregunta de ¿por qué se rompen la cabeza para hacer un nuevo quilombo? (imposible explicar lo que quieren hacer con las otras categorías, clasificación para torneos internacionales y la reestructuración apurada para beneficiar al rojo).
El gobierno plantea federalizar el torneo (poniendo 30 equipos más los equipos de la B se aseguran que casi todas las provincias tengan como mínimo algún representante) sin importar que ese argumento ya se utilizó para la copa argentina. La AFA se asegura tranquilizar a las ligas del interior que quieren más representatividad pero también se asegura tener a más clubes contentos ante la posibilidad de jugar en primera división, los clubes que andan mal se aseguran cierto blindaje para no descender (plan que surgió cuando mandaron a River Plate y que ahora quieren impedir que se sigan sumando equipos grandes). Los clubes grandes (únicos perjudicados al tener que repartir la torta de ingresos entre más equipos a pesar de ser los mismos que generan esos principales ingresos y tienen mayores gastos) se ven perjudicados porque ya no están sólidos y porque en cierto modo también se benefician. Racing y Rosita saben que se van acercando a los números rojos y CAI ve lo costoso que es subir cuando solo ascienden 3 equipos en lugar de los 10 que pretenden hacer ascender de un plumazo.
Es una pena que se vuelva a plantear algo ridículo (si quisieran federalizar el fútbol, como lo escribí hace 3 años, se podría hacer un torneo nacional B con 52 equipos divididos en 4 regiones al estilo NBA y hacerlos ascender al fútbol de elite donde deben competir 20 equipos) para que cualquier equipo con un plan serio y un gasto extraordinario pueda pelear un título (y descender al poco tiempo). Esta es la famosa igualdad hacia abajo, la famosa mediocridad de todos (y que se sigan sumando a una estructura y negocio que no da para tantos equipos). No es casual que la FIFA plantee no hacer torneos con más de 22 equipos o que en ligas hiper profesionales hagan estudios de años antes de permitir el ingreso de un nuevo integrante al torneo.
Este nuevo delirio solamente implicará que alguien diga dentro de unos años (tal vez una década) que hay que volver a los torneos tradicionales o que hay que darle lugar a los magnates para lograr que sobreviva el fútbol y ahí veremos como se hace para volver a los tradicionales 20 equipos.
Veremos que nos depara el destino y como lucha nuestra dirigencia para no seguir siendo perjudicada.
Por Charro.