"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

martes, 29 de marzo de 2016

Un entrenamiento por la historia y una preocupación por el presente

Las autoridades inauguran la cancha, River Plate presente...

La historia de River Plate y Peñarol exigía que ante la inauguración del nuevo estadio del club uruguayo, River Plate fuera su partenaire. Un acontecimiento ineludible que debía dársele su dimensión adecuada. River Plate inauguró sus últimos 2 estadios (el Monumental y el de Tagle) jugando ante el equipo uruguayo, mientras que Peñarol había hecho lo propio con su anterior estadio, razón por la cual nos invitaron para inaugurar el actual campo de juego. No había otra alternativa que aceptar la invitación pero Gallardo debía elegir los participantes.
Noche intensa pero pésimo partido de River Plate

La historia exigía ser un digno rival, la actualidad exigía no utilizar a todos los titulares. Gallardo prefirió aprovechar el partido como un entrenamiento más para encontrar el equipo que sigue sin aparecer. El inconveniente es que Peñarol jugó en serio el partido y River Plate nunca encontró el juego y tampoco se exigió al máximo (algo bastante lógico), con lo cual se acercó al papelón, el equipo tuvo otro golpe a su autoestima y Barovero terminó lesionado.
Esperemos que no sea nada grave, salió por precaución y dolor en las costillas

Para empezar no entiendo para que jugaron Barovero y Ponzio como central. El arquero se va a ir en junio y es hora que Batalla tenga minutos de juego (si es que piensan tenerlo como suplente y pensarlo como un futuro titular), entiendo que aprovechemos a Barovero mientras se juega por los puntos pero al mismo tiempo hay que pensar en el futuro y este partido era una buena oportunidad. No entiendo para que insistir con Ponzio de central, si quería darle minutos de juego lo hubiera puesto de 5 un tiempo y otro tiempo para Domingo. Hoy era una buena oportunidad para que juegue Vega, y si no quería jugar con 2 zurdos en la zaga central, lo hubiera puesto a Vega de lateral y le hubiera dado la chance al pibe Sibile (si es que le piensan dar alguna oportunidad y le ven condiciones de llegar a la primera división). En mi opinión este era un buen partido para empezar con los jugadores que salieron en el segundo tiempo (salvo el arquero y el 2) y después mechar con algunos pibes y titulares (D´Alessandro para darle minutos, Pisculichi también podría haber tenido minutos, Casco por derecha y Mayada un tiempo de 4 y otro de 8, Palacios y algún delantero de la reserva podrían haber participado...).
Mora también jugó un partido especial

Jugando un tiempo con titulares y otro con los suplentes, terminamos sin el pan y sin la torta. Jugamos pésimo y nos comimos una goleada, no se jugó con la intensidad habitual pero terminamos con un lesionado importante. Desde el primer minuto Ponzio y Balanta perdieron en velocidad y no pudieron contener a los delanteros rivales ni solucionar el juego de Forlán (en gran parte culpa de la mala noche de Domingo y Arzura). Para colmo de males, Barovero sale a los 10 minutos (habiendo sido la figura que salvó 2 jugadas de gol y otras 4 las vio pasar junto a los palos) lesionado y entra Chiarini que a los pocos minutos regala un rebote que termina en gol. Los laterales también perdían a sus espaldas, el medio no contenía (grave problema si jugas con doble 5), no tenía la pelota (en el mejor de los casos empezó a tenerla en defensa, sin lastimar ni inquietar) y sufría cada vez que la perdía por ineptitud generando contras peligrosas. Para colmo, como no conseguían el balón, Fernandez estaba perdido, D´Alessandro intentaba las pocas veces que le llegaba la pelota y los delanteros corrían sin tener contacto con la pelota. El 2 a 1 en el último minuto del primer tiempo era un regalo. En el segundo tiempo cambió gran parte del equipo (cansado del juego brusco o porque así lo había programado) y el resultado no fue mejor. Exceptuando a Alonso (tuvo un partido especial por su pasado reciente en Nacional) que fue voluntarioso y no mucho más, el resto no hizo nada interesante (Bertolo y Driussi cada día están más perdidos, Viudez y Lucho tuvieron jugadas aisladas pero no terminan lo que empiezan...). Casi se podría decir que el aplastante 4 a 1 podría haber sido peor.
¿Amistoso? una noche bastante brusca...

Resumiendo fue otra noche negativa (y van...) para un equipo que no aparece. Un dolor de cabeza (y de ojos) innecesario y otro golpe para la historia (de esos ya tuvimos demasiados en este siglo, una mancha más...). Me gustaría saber que piensa Gallardo sobre los pibes que juegan en reserva y sobre Batalla para entender un poco más.

Una fiesta para Peñarol y otra pena millonaria.

Por Charro.

lunes, 21 de marzo de 2016

Si no la metes...

Gol al último minuto...

Al ver el partido de ayer y la tabla de posiciones se entiende que estamos en graves problemas. Otro empate con sabor a derrota, otra vez jugamos un poco mejor, tuvimos una gragea de lo que puede darnos en el juego tener un conductor de calidad, se van viendo algunos jugadores que deben ser titulares pero al mismo tiempo estamos tan lejos de lo que pretendemos todos (incluyendo al técnico), el nivel de otros jugadores es preocupante, no logramos hacer lo mínimo indispensable para ganar y a mitad del torneo ya nos podemos considerar fuera del torneo. Así todo se hace cuesta arriba.
Mayada a veces es una interesante alternativa. Al menos le pone la intensidad necesaria

Esta vez el mensaje de Gallardo fue clarito e imposible no estar de acuerdo, hay que pensar más, hay que aprovechar los buenos momentos, hay que convertir y a partir de ahí ser inteligentes para manejar el trámite, necesitamos ser mejores de lo que fuimos, no podemos vivir de lo que se logró y conformar con eso, nos atrapa la confusión cuando no la metemos, perdemos el rumbo y somos desprolijos, somos un equipo que va y va pero sin claridad...

Ayer recuperó algunos conceptos. Hubo un conductor, se empujó por los laterales y se agrandó la cancha pero es como ir pasito a pasito y ver que estamos muy lejos. Es como tener que aceptar que se está armando un equipo para el próximo semestre (pero sabiendo que en junio se volverá a desarmar). Estamos viendo que se necesita mucho tiempo para corregir todos los defectos pero quedan solo 8 fechas del torneo local y 3 partidos de la copa Libertadores para empezar los partidos de eliminación directa. Es como ver que estamos en el camino correcto y que mañana debemos llegar al destino pero este está a una distancia imposible.
 Mala pata... otra lesión...

Ayer Barovero volvió a ser figura, no porque lo hayan peloteado o por las grandes jugadas del rival, sino porque en el desorden y en los errores, Banfield tuvo algunas chances complicadas para el arquero. Jugamos ante un equipo que nos atacó con un ex jugador (Silva ya no corre) y con otro que no logra convertirse en delantero (Gio podrá ponerle voluntad pero está lejos de ser eficiente o peligroso). Con muy poco tuvieron sus chances de gol y se les regaló un gol (nadie podrá explicar como dejaron solo a Silva en el punto penal). Mammana y Balanta se van consolidando a pesar de los errores tontos o conceptuales (ambos arriesgan mucho innecesariamente pero tienen un gran empuje y habilidad para la salida cuando estan con confianza) que cometen. Les está costando pero son jugadores que tomando ritmo y confianza le sirven al equipo. En los laterales jugaron Mayada y Vangioni (Mercado tiene una molestia) y se sabía que venían de una semana complicada por el juego y desgaste en La Paz. Tuvieron un gran despliegue pero les costó defender, fueron y volvieron demasiado pero les costó la vuelta. Mayada se juntó muy bien con el delantero de turno y D´Alessandro, en cambio Vangioni tuvo muchos problemas (no ayudó mucho el trabajo de Driussi ni el del Pity) y casi siempre eligió mal la definición. En el primer tiempo se jugó con el doble 5, Domingo le está dando mucho despliegue y sacrificio pero comete muchos errores en la distribución, divide mucho la pelota y le falta algo de habilidad para hacer la pausa o empezar el contraataque, se le complica mucho cuando queda solo. Ponzio volvió a tener que convertirse en bombero. Jugó un razonable primer tiempo en el medio pero al terminar el primer tiempo salió Mammana y Ponzio jugó en su lugar. Pone voluntad y personalidad pero se pierde y le cuesta muchísimo ubicarse. No es su puesto y se le nota muchísimo, puede servir como parche ante una lesión en un partido pero en este semestre ya lleva más partidos en la defensa que en el medio.
D´Alessandro mostró conducción y la pausa tan complicada en el fútbol argentino

En el ataque volvimos a estar complicados. Driussi está perdidísimo. Está en esa curva descendente y peligrosa del no retorno, en la de empecinarse en hacer todo al revés y mal (una curva similar a la que está llegando el Pity, aunque este tuvo algunos aciertos importantes en este semestre. Misma curva a la que llegaron Boyé, Gio, Solari...). Esta vez tuvo movilidad y participación pero fue ineficaz, definió mal, chocó mucho, perdió muchas pelotas... D´Alessandro movió bien el balón, le dio ese segundo para descolocar al rival, para cambiar el ritmo de juego pero no encontró al socio. No lo fue Driussi y tampoco Martinez en el segundo tiempo (una jugada audaz la de ponerlo por Mammana). No se si Gallardo lo quiere llevar de a poco (por la lesión y la edad?), si volvió cansado de La Paz (jugó muy pocos minutos) o si ya no tiene edad para tanto desgaste pero D´Alessandro salió cuando el equipo aún lo necesitaba. Viudez volvió a ponerle ganas pero no es el jugador desequilibrante que soñó Gallardo. Arriba Mora empezó encendido como si estuviéramos en la altura de La Paz pero se fue apagando hasta errar el penal (párrafo aparte para Pompei que dirige a 60 metros de la jugada y que por darnos un penal clarísimo después compensó permitiendo que Banfield hiciera fules estúpidos y alevosos, que hiciera tiempo con mucho cinismo y que cometieran otro penal aún más claro que el anterior sin querer cobrarlo). Alonso se sumó al sacrificio pero estuvo muy solo y no es capaz de generar peligro. Entre Mora y Alonso se consigue barullo y peligro pero cuesta muchísimo llegar al gol. Caso contrario de lo que se consigue con Alario. Jugó unos pocos minutos en lugar de Mora y a los 91 consiguió el agónico empate que solo permite que no hayamos tenido otra derrota en el torneo corto.
Festejo y lamento... Alario otra vez

Ahora viene un pequeño descanso, Gallardo tendrá tiempo para hacer un trabajo intensivo para motivarlos, para que algunos conceptos se prendan mejor y para que se consigan algunas sociedades. Hoy el trabajo es contra reloj porque saben lo que falta, saben lo que hay, saben lo que deben hacer pero algunos deben aprender y otros cambiar el chip para llegar a la meta. Tan preocupados estamos que ni siquiera dio para hablar del debut de la nueva camiseta (?).

Por Charro.

sábado, 19 de marzo de 2016

El último abrazo de gol, Mariscal

Perfumo, un orgullo y figura del club

Quienes lo vieron jugar a Roberto Perfumo lo consideran el mejor 2 de la historia del fútbol argentino, fue campeón y líder de todos los equipos donde jugó. Formó parte de equipos que hicieron historia. Líder en el equipo de Racing de Pizutti, en el Cruzeiro y en el equipo de River de Labruna que salió campeón después de 17 años. Sin dudas fue un dotado y un elegido porque no todos tienen la buena suerte de tener todas las características para ser un grande, la capacidad para desarrollarlas y la buena estrella de encontrarse con los técnicos adecuados y ser elegido para formar parte de equipos históricos.
Gol en la Bostanera...

Roberto Perfumo pasó por las inferiores de River Plate pero un técnico le dijo que no servía (en esa época jugaba de mediocampista por izquierda). Esa sentencia no lo bajoneó ni lo alejó del fútbol porque él sabía que su destino era ser jugador de fútbol. La perseverancia lo llevó a Racing y allí lo cambiaron de puesto. Como defensor puso en práctica todas las mañas. No le faltaba nada; era inteligente, intuitivo, pícaro, veloz, guapo para jugar, perseverante, tenaz, de fuerte cáracter, líder, hábil, técnico y táctico... ¿qué más se le podía pedir?
Siempre reconoció que su juego estaba al límite del reglamento

Después de triunfar en Racing ganando hasta la copa intercontinental, la eliminación en la bostanera en la eliminatoria para el mundial de 1970 lo alejó del país y terminó jugando en Cruzeiro. Labruna fue quien lo llamó para regresar al país, le explicó lo que quería, lo que necesitaba y le aseguró que sería el líder del equipo campeón (que ya llevaba 17 años sin salir campeón). Al Mariscal (apodo que había acuñado después de tantas luchas) le gustó el desafío y le creyó a Labruna. El técnico pretendía traer jugadores experimentados y ganadores (Pinino Mas, Alexis Gonzalez, Raimondo...) para juntar con los pibes habilidosos del club. Perfumo no falló y le dio mística al equipo, le dio personalidad y bancó en defensa los malos momentos y en el vestuario era la voz autorizada. Logró otros 2 títulos con la banda y se retiró del fútbol siendo campeón (y con el orgullo de haberle dado a River Plate el gol del triunfo en la bostanera).
Primer contrato de Perfumo en River Plate

Al retirarse del fútbol se dedicó a ser entrenador (le dio a Gimnasia su único título) pero triunfó nuevamente como periodista. Su claridad conceptual y su inteligencia lo hicieron sobresalir nuevamente. 
Emotivo ¨minuto¨ de silencio. Solo duró unos segundos porque el público necesitó homenajearlo con un largo y fuerte aplauso

Lamentablemente, el 10 de marzo tuvo un aneurisma cerebral y cayó mientras bajaba las escaleras de un restorán, a raíz del golpe sufrió una fractura de cráneo y a la noche (minutos antes del partido de River Plate por la Copa Libertadores) falleció en el hospital. Ayer fue enterrado y recibió el último abrazo de gol...
En su último adiós

Por siempre gracias Mariscal...
Hasta siempre campeón


Por Charro.

jueves, 17 de marzo de 2016

Con altura casi llega el milagro

Un golazo y dormir el partido... se sufrió mucho y casi se logra el milagro

Jugar en la altura es muy complicado y conseguir ganar allí es casi un milagro. Desde la década del 80 que no se logran triunfos de equipos argentinos (de 41 partidos totales, incluidos la selección, solo se consiguieron 8 victorias y 7 se dieron antes de la década del 80, la otra fue de la selección) y esto se debe a que los bolivianos lograron equilibrar un poquito su juego respecto al resto de los equipos. The Strongest es un equipo que sabe aprovechar la ventaja de jugar en la altura y sin embargo River Plate estuvo muy cerca de la ¨hazaña¨ de conseguir los 3 puntos. Para conseguir semejante resultado, quedó claro que hay que jugar bien, aguantar cuando no hay aire, tener suerte cuando atacan por todos los costados y liquidar cuando hay un recambio de aire. Al terminar el partido quedó el maldito sabor agridulce por haber estado tan cerca de ganar, sabiendo que se perdieron varias oportunidades para rematar el partido pero recordando que también hubo momentos en los que nos pudieron golear.
Un cuidado especial dentro del área...

Los bolivianos saben manejar el ritmo del cambio de aire, saben cuando tienen que atacar hasta asfixiar pero River Plate fue muy inteligente, contó con la cuota de suerte cuando aguantó pero no supo aprovechar las oportunidades que creó. River Plate aguantó los primeros minutos mientras los bolivianos atacaban pero sin presionar demasiado, ganaban la pelota en cámara lenta porque Gallardo lo pensó para que sus jugadores se esforzarán lo menos posible. River Plate en varios tramos regaló la pelota y se paró a esperar, se arremangó en su propio campo de juego hasta que consiguió un golazo antes de los 20 minutos. A partir de ahí los bolivianos empezaron con una presión insoportable (según leí patearon 20 veces al arco y solo 8 fueron desviadas, el resto se salvaron con rebotes o atajadas) que solo un milagro y la gran noche de Barovero impidieron que terminaran en gol. En el segundo tiempo los bolivianos no lograron mantener esa presión y River Plate se fue acomodando mucho más arriba. De alguna forma, los equipos argentinos descubrieron la forma de recuperar el aire (antes supongo que se agotaban en el primer tiempo y en los últimos 20, la mayoría de los jugadores ya no tenían reacción; ahora no se esfuerzan tanto en el primero, luego tienen media hora de aire suficiente en el segundo y en los últimos 15 pueden aguantar) y eso permite que algunos jugadores corran. Hubo 30 minutos que River Plate dominó tácticamente y desperdició varias situaciones de gol gracias al desconcierto y nerviosismo boliviano. Luego llegaron los últimos 10 minutos y The Strongest atacó con un renovado espíritu de presión, lamentablemente faltando 1 minuto armaron otra gran jugada que pudieron definir muy bien como para terminar en un empate.
Barovero monumental en La Paz. Reacción increíble.

La actuación de Barovero fue excelente, la tranquilidad habitual, algo de buena suerte, algo de ayuda de los delanteros rivales, mucha ayuda de nuestros defensores y finalmente su codiana forma de hacer sencillo lo difícil y posible lo increíble. Una lástima que no pudo con el tiro a quemarropa dentro del área chica (ya había salvado uno igual algunos minutos antes), tantas atajadas convirtieron al arquero en la figura del partido. Claro que para salvar el vendaval boliviano también ayudaron los defensores. Mammana y Balanta sacaron todo lo que cruzó delante de ellos (debieron tener orden de cuidarse del penal porque muchas veces hasta quitaron la pierna), un esfuerzo enorme con la ayuda de Vangioni y Mercado en los laterales (luego entró Casco cuando Balanta sintió una molestia y Mercado pasó como central y Mammana se acomodó sobre la izquierda). Ni siquiera esa incomodidad desordenó a la defensa que respondió con muchó caracter, orden e inteligencia. Domingo y Ponzio también tuvieron un trabajo soberbio, Domingo siendo un defensor más pero tocándole el despliegue de mayor espacio y Ponzio volvió a ser el espíritu del equipo; robó muchas pelotas pero además salió jugando y aguantando el balón. 
La bronca en los ojos y la necesidad de recuperar aire...

River Plate encontró otra vez una forma de seguir adelante, se reencontró con el carácter y la defensa dura que le impide jugar tranquilo al rival pero sigue sin encontrar el juego. Fernandez y Driussi no pudieron hacer nada por los costados (bastante abocados a lo defensivo pero sin aire y sin mucho recorrido ofensivo. Driussi recién lo logró en los minutos de dominio millonario pero desperdició sus oportunidades frente al arco rival) y quedó todo en el sacrificio de Alario y Mora. El goleador se lamentó por su oportunidad perdida en el segundo tiempo pero también hay que reconocer que tuvo muchas dificultades a la hora de correr. Distinto fue lo de Mora. Empezó con un golazo, corrió y molestó durante los 90 minutos pero le faltó serenidad para liquidar el partido. El sorpresivo e incansable despliegue de Mora se vio acompañado por el ingreso de Mayada (otro privilegiado fisicamente para correr en la altura), ese ingreso marcó el dominio y reacción de River Plate, por derecha logró juntarse con Mora, presionaron en campo rival y tuvieron media docena de corridas que pudieron definir el partido. Lamentablemente la lesión de Balanta quitó un cambio y sobre el final solo pudo entrar D´Alessandro para aguantar la pelota (aunque no se consiguió el objetivo).
La satisfacción cuando llegó al gol. Puños apretados por conseguir un objetivo complicadísimo

Este resultado, más el empate brasileño en Venezuela nos da mucha tranquilidad y nos permitiría clasificar con cieta comodidad sin depender de los resultados del resto consiguiendo los puntos de local ante 2 rivales que en los papeles son más débiles (los partidos hay que jugarlos y no complicarlos). The Strongest no es mal equipo y tiene varias herramientas para complicar a cualquiera pero River Plate demostró que jugando bien debería ganarle a este equipo. Ojalá este partido sea el punto de quiebre y nos de regularidad además de una idea futbolística (aunque no hay que olvidar que aún no se consiguió tener fútbol ni encontrar los 2 carrileros titulares). El Muñeco llegó a su partido 100 con otro partido para el recuerdo, otro partido que puede marcar otro quiebre (como lo marcó el partido por la Suruga, ante Tigres en la fase de grupos, ante Cruzeiro en Belo Horizonte, ante los bosteros en las copas...). El Muñeco finalmente va encontrando algunas respuestas a sus muchas pruebas pero todavía faltan demasiadas respuestas.

Por Charro.

lunes, 14 de marzo de 2016

Los 6 minutos de horror

El primer gol y una dedicatoria muy especial

Los equipos vienen armados al iniciarse el torneo (el caso de Central) o se van armando en el transcurso del torneo (en los torneos argentinos esto es lo más habitual) y lo termina ganando quien se equivoca menos o tiene la buena suerte de encontrar el equipo en el momento justo mientras aún está en carrera gracias a los puntos obtenidos en las primeras fechas (habitualmente con un punto de quiebre, como le pasó a Ramón en su último título o a Cocca en Racing). En un torneo tan corto como este, se sabía que no había muchas chances y que el equipo debía encontrarse rápidamente. Lamentablemente Gallardo aún no encontró al equipo y hemos perdido algunos puntos de quiebre muy importantes (haberle ganado a los bosteros, haber perdido 2 partidos al inicio del torneo...).
Era un buen inicio... se desbarrancó todo en 6 minutos

Gallardo sabe lo que quiere, el plantel sabe lo que debe hacer, el problema es que todavía no logran encontrar la forma de obtener los resultados. River Plate perdió sus sociedades que fortalecían al equipo y hoy están perdidos porque hace aguas por varias zonas. La manta está corta, hay jugadores que no rinden de acuerdo a lo que se espera y el conjunto no logra solucionar las debilidades individuales. Los jugadores saben que deben presionar, ganar el balón y llegar rápidamente al arco contrario mientras los defensores mantienen en 0 el arco propio. Hoy, salvo la presión en algún partido, el resto es muy complicado y no se consigue. Ante este panorama vale la pregunta, ¿se tocó fondo y ahora aparecerán las respuestas?
Desconcierto absoluto

Ayer Gallardo hizo una de esas pruebas raras difícil de entender. Con Maidana y Balanta lesonados (ahora se nota lo corto que está el plantel), la falta de confianza en los jóvenes de las inferiores (era el momento para probar al central de la reserva) y con la importancia que pasó a tener el partido del jueves en La Paz (le dio descanso a Mercado, Vangioni y Mayada), Probó con Casco y Vega como laterales, Mammana y Ponzio de centrales. Irónicamente Casco jugó su mejor partido, Vega también aportó en ataque, Mammana hizo su primer gol en primera pero Ponzio volvió a estar un poco perdido y Barovero tuvo su peor partido en River Plate. En los primeros 2 goles quedó la sensación que el arquero podría haber dado una mejor respuesta y completó la pésima noche con otro error de cálculo (como pasó el jueves ante San Pablo, salvo que esta vez fue gol).
Barovero desvía un tiro libre, la barrera sin reacción mira...

River Plate se encontró con un gol sorpresivo al promediar el primer tiempo (no había hecho demasiado hasta ese momento, buena presión pero faltaba fútbol), un desborde por el lateral de Casco, centro al área y Mammana estuvo ahí para desviar con calidad la trayectoria de la pelota (primero gol en primera, en la misma cancha que debutó en la red Pezzella, ojalá sea un buen augurio). A partir de ahí, Lucho y D´Alessandro tomaron la manija del partido y le dieron su tiempo al partido, durmieron el juego para no correr tanto y dejaron al rival sin la pelota, sin embargo otro gol sorpresivo (excelente tiro de Ruiz) cambió nuevamente el ritmo y dominio del partido. A partir de ese momento se volvió a emparejar el partido. River Plate sigue sin encontrar juego asociado, Domingo no es la mejor salida, D´Alessandro no gravita aún (estuvo muy lento, se movió y pidió la pelota pero la tocó demasiado hacia los defensores estando de espaldas al arco rival), el Pity no logra sobresalir (casi no debordó ni se asoció), Nacho Fernandez se pierde y Lucho Gonzalez juega a su ritmo (calidad sin velocidad), así se hace difícil que la pelota le llegue al delantero (que intenta bajar para tocar la pelota).
La expulsión distrajo y liquidó el partido

Al empezar el segundo tiempo, en esos primeros 5 minutos, River Plate amagó con lograr lo que se pretende del equipo, en 3 jugadas se logró un juego rápido asociado y Alonso perdió la oportunidad después de una gran jugada colectiva pero fue una ilusión, el oasis en el desierto. Un centro al área, Barovero que se preocupa más por el rival que por la pelota y un gol tonto, al minuto una expulsión injusta para Fernandez, y a los pocos minutos 2 goles con la defensa desconcentrada, mal parada y sin reacción. Así llegamos a los 15 minutos con un jugador menos, 3 goles abajo y un equipo deconcertado (o sea, un partido terminado cuando le faltaba jugar 30 minutos). En 30 minutos Barovero tuvo algunas intervenciones para que el partido no tuviera un peor resultado, debió ingresar Arzura para equilibrar el medio, Viudez ya había entrado por un Gonzalez golpeado y finalmente Bertolo tuvo algunos minutos (con una posibilidad de gol y alguna pelea con el árbitro).

Muy poco para lo que se espera de River Plate, preocupantes 6 minutos, la necesidad de encontrar el equipo (perdido desde agosto del año pasado) y esperando que algunos jugadores rindan como es necesario. Veremos si esta vez se produce la reacción y aparece el equipo.

Por Charro.

viernes, 11 de marzo de 2016

A cara de perro pero con el juego flojo


Barovero salva su error ante Calleri...

El partido ante San Pablo marcaba el regreso del campeón de América como local por torneos internacionales y mostró donde estamos parados. Un partido casi de otoño con fuerte sensaciones. 
La noche que varios miles se vistieron de arquero

Una noche nublada y de frío nos esperaba en el Monumental mientras la gente llegaba vestida con ropa millonaria y en muchos casos traía la ropa verde para intentar convencer a Barovero para que se quede y renueve su contrato con River Plate. Parecía que por ahí vendría lo más emotivo pero minutos antes de empezar el partido nos enteramos sobre la muerte de Perfumo. El minuto de silencio previo se convirtió en un largo y respetuoso aplauso que conmovió a más de uno. 
Una de las situaciones más claras de gol

El partido fue más predecible y mucho menos sorpresivo. River Plate salió a marcar la diferencia y a presionar. Ganó el medio pero rápidamente perdió la pelota porque le faltó justeza en los pases. La imprecisión mató a la recuperación del balón pero, así y todo, el equipo volvió a tener varias posibilidades de gol en los primeros minutos y volvió a desperdiciarlas. El partido se fue poniendo más tenso y empezaron a verse muchas patadas fuertes. Un partido típico de copa jugado con mucho nerviosismo.
Los laterales están subiendo mucho porque la necesidad lo exige y sufren defensivamente


Nadie escapó al nervisiosismo (que se fue acrecentando a medida que no salían los pases y que iban pasando los minutos. El partido se fue emparejando hacia abajo hasta convertirse en un partido violento y mal jugado con algunas situaciones de gol. Dentro de ese nerviosismo se lo vio fallar a Barovero (¿tal vez afectado por tantas presiones/muestras de afecto?) en algunas salidas y algunas decisiones (perdió la pelota en una salida ante Calleri y dudó aunque resolvió bien en un mano a mano que tuvo la ayuda de Ponzio). Por buena suerte, la mayoría de las ocasiones de gol estuvieron en mano del ex bostero y éste perdió la batalla del nerviosismo en el campo de juego (se le silbó constantemente, sufrió el rigor permanente de los jugadores millonarios y se puso muy nervioso, tanto que se fue escapando del juego). Las dudas previas estaban puestas en la zaga central ante la ausencia obligada de Maidana. El Muñeco se la jugó por el pibe Vega y terminó haciendo dupla con Mammana (ambos de 20 años). Básicamente cumplieron ambos y le dieron al equipo lo que necesitaba, pelearon bien en el mano a mano, no se dejaron llevar por delante y fueron parte de la imprecisión con la pelota. Por los laterales volvió a mostrarse a Mercado y Vangioni muy participativos en ataque, mucha proyección durante los 90 minutos pero eso permitió también que varias veces fueran desbordados en velocidad (la famosa manta corta). 
Ponzio un león en el medio...

Más allá de las dudas que hay en el fondo (algo entendibles teniendo en cuenta que habían jugado poco tiempo juntos), el gran problema que no puede solucionar Gallardo está en el mediocampo. Ahí también está la manta corta. Jugar con doble 5 da más seguridad defensiva pero le quita juego. El tándem Domingo con Ponzio se complementa bastante bien pero termina quitándole un jugador a la creación (que tampoco sirve demasiado poner a otro jugador porque ninguno le está brindando seguridad a la hora de hacer ¨algo¨ con la pelota. El tema está en que Domingo y Ponzio apenas le están dando al equipo lo que antes le daba Kranevitter solo. Domingo pelea bien el medio y recupera muchas pelotas, Ponzio es la rueda de auxilio (algo cercano a lo que hacía Rojas) y le da mucho empuje al equipo cuando no le salen las cosas y es fundamental cuando el rival intenta tener la pelota; ensucia el juego, corta el juego y con prepotencia empieza a empujar al equipo cuando pierde el balón o no sabe que hacer con ella, no le da claridad ni juego pero recupera la pelota cuando están perdidos o cae la intensidad. El que más cayó en el juego es Fernandez, sigue corriendo y pone voluntad pero está muy impreciso con la pelota, pelea pero no da claridad (tampoco tiene mucha compañía para apoyarse, algo similar a lo que pasa por el otro sector con Driussi. Nadie es confiable por izquierda (Driussi solía jugar por derecha) y esto le está dando un lugar al pibe Driussi pero a medida que están pasando los partidos, va perdiendo sus oportunidades. Arriba hay más de los mismo, Mora pelea y molesta más de lo que ataca y Alario debe pelear con la defensa rival para fabricar las situaciones.

Es cierto que todo ese nerviosismo podría llegar a cambiar si se convirtieran las situaciones de gol que se presentan. Los minutos van pasando y cada vez se debe arriesgar más y se hace más difícil. Esta vez ingresó D´Alessandro (le dio más juego pero no pudo gravitar demasiado, lo cuidaron porque no tiró ningún centro de pelota parada y sobre el final del partido, en un desborde, recibió una de Ganso que mereció mucho más que una tarjeta roja) y Alonso le dio respiro al ataque (lo sacó a Alario que había corrido mucho). Tal vez hubiera necesitado algunos minutos más el Pity Martinez pero la realidad es que en ese ida y vuelta final, ambos pudieron haber ganado el partido.
Algunos minutos... pero no alcanzó

El grupo está muy cerrado y complicado. River Plate está obligado a ganar algún punto en Brasil o La Paz o esperar que los venezolanos saquen algunos puntos ante nuestros rivales más directos. En este grupo pareciera que cada partido, cada fecha terminará siendo fundamental. El gran problema es que a River Plate le falta mejorar en todos los sectores; se lo ve endeble, no tiene juego y no logra embocarla...

Por Charro.

jueves, 10 de marzo de 2016

Deshojando la margarita

Cómo olvidar esta imagen...

Parece que hay discusiones que nunca terminarán y formarán siempre parte de nuestra forma de pensar y de ser. Los hinchas argentinos nos sentimos partícipes de los partidos y sentimos la necesidad de hacer algo por conseguir mejores resultados. En la cancha hay 11 jugadores, luego están los suplentes y cuerpo técnico, los dirigentes y la cuarta pata de la mesa son los hinchas (?). Cantamos, alentamos, presionamos, exigimos, insultamos, agradecemos y damos vuelta resultados.

¿Quién puede negar la efectividad participativa del hincha o quién puede negar que dentro de la cancha hay 11 jugadores por bando y deciden un resultado? Supongo que algunos pueden esgrimir buenas pruebas de su postura porque a cada rato aparecen los fundamentalistas de la exigencia, los del aliento sin crítica, los del insulto a los jugadores que no juegan bien... el deporte permite que todos tengan su cuota de razón y la pasión permite que se llene de fundamentalistas.

La desesperación nunca es una buena consejera y los puntos extremos que hemos tocado en los últimos años los hinchas de River Plate, nos ha llevado a varios fundamentalismos y exageraciones. El sufrimiento por los años patéticos a los que nos arrastraron Aguilaucha y DAP y las posteriores consagraciones hicieron que la pasión y la necesidad de hacer ¨algo¨ se multiplicaran. Empezaron a surgir frases como ¨hincha de la hinchada¨, ¨volver a la exigencia¨, ¨participar en la política¨, ¨el más grande¨, ¨ganamos en las tribunas¨, ¨ninguna hinchada lo hizo antes¨, ¨volver a las fuentes¨, ¨comprar solo figuras¨, ¨mantener a los jugadores del club que funcionan y traer solo figuras¨...

En medio de tanta desorientación del hincha por los desmanejos dirigenciales y de tanto hambre de gloria en medio de la mediocridad (o de más gloria a la hora de los primeros títulos), llegamos a pedir una colecta para que JP Carrizo no se fuera nunca, que le pagáramos lo que sea a Sanchez con tal que se quede, exigir que vayan de rodillas a pedirle que vuelva Ramón, pedir que se bajen los pantalones ante los ex jugadores para que vuelvan... Desesperación y deseo...

Esta noche será el turno de ¨rogarle¨ a Barovero. El amor y el sentimiento enorme que tenemos los hinchas con los jugadores que nos devolvieron la gloria después de un sufrimiento tan grande como el vivido hace unos años explica la desesperación que sentimos al ver partir a cada uno de ellos. ¨Lloramos¨ con la ida de Rojas (el menos talentoso y más revalorizado con su ausencia), Teo no tuvo buena prensa, pero el golpe fuerte fue en el último semestre en el que vimos partir a Cavenaghi, FM6, Kranevitter, Sanchez, Aimar y Saviola. Más allá de justificaciones y de que alguno dolió más que otro, la realidad es que la mayoría hubiera querido que no se vayan y siguieran obteniendo títulos en el club. Muchos ya están viviendo con dolor la partida próxima de Vangioni y Barovero y por ello intentan poner su granito para impedirlo. Convencerlos desde el dinero será imposible así que no queda más remedio (si es que hay alguna chance) que lograrlo desde el corazón y desde el convencimiento de los hechos y las palabras. La mayoría no confía en que la dirigencia lo logre y por eso han empezado una campaña por internet para lograrlo.

El primer paso se dará esta noche. Desde algún sitio surgió la idea de ir al partido por la Libertadores frente a San Pablo con una remera verde (en lo posible la que usó Barovero cuando consiguió todos los títulos) y en twitter se ha viralizado el #quedateenrivertrapito. Es una idea que no se si prosperará y mucho menos si será efectiva pero lo único que ya podemos asegurar es que salió la ¨contra¨ exigiendo que al Monumental se va con la camiseta de River Plate (como si la remera verde de Barovero no fuera de River Plate).

Por mi parte podría decir que soy clásico (?) y prefiero ir con las originales de River Plate (la banda roja sobre fondo blanco o la tricolor) y sin publicidad pero tampoco me voy a poner en fundamentalista (por lo menos no ahora cuando siento que son formas de expresarse y no le hacen daño al club). No se si hay alguna posibilidad de que Barovero cambie de intención o si es una decisión tomada pero sé que es una gran pérdida porque además de sus cualidades como arquero, es el capitán del equipo, una persona de perfil bajo, de mucho trabajo que no provoca problemas (diría que es la personalidad de jugador ideal). Sabiendo todo esto, sería bueno que la dirigencia siguiera evaluando (y haciendo lo que está a su alcance para) la continuidad y que los hinchas supiéramos que se hizo todo lo posible para poder estar tranquilos y agradecidos en caso de que se vaya (y para desearle lo mejor a la próxima figura que deba ocupar el ¨arco más grande del mundo¨).

Por lo pronto esta noche habrá un partido fundamental para defender el título de mejor equipo de América y sería bueno que no nos desviáramos del objetivo.

Por Charro.

lunes, 7 de marzo de 2016

Está reapareciendo... pero había que ganar

Entre Maidana y Mammana eliminaron a Tevez

Otro superclásico regalado... vaya uno a saber porqué cuando debemos golear logramos ganar sacando la mínima diferencia, cuando debemos ganar apenas empatamos y cuando no sacamos diferencia terminamos perdiendo. Pocas veces los bosteros se presentarán con un planteo tan regalado y con tanto miedo. Es cierto que River Plate jugó un buen partido, presionó hasta asfixiarlos durante 30 minutos en los que debió sacar la diferencia y también es cierto que en el segundo tiempo tuvo menos la pelota pero eso no impidió que siguiera el claro dominio. Este partido se debió ganar no solo por haber jugado como se debe este partido (con las limitaciones de un equipo en formación que todavía no encontró su esquema y sus titulares) sino porque el rival se achicó, tuvo miedo (las pifias de los centrales, los laterales que eran pasados y terminaron pateando todas las pelotas afuera...) y no encontró otro recurso que hacer tiempo y rogar para que falláramos frente al arco. Los millones gastados por el rival, el blindaje a Tevez (tanto mediático como arbitral), el llorisqueo de su nuevo DT y la ayuda arbitral (inexplicable que el sinvergüenza y repugnante Loustau haya dirigido en el Monumental un superclásico. Inexplicable que la gente haya reaccionado recién cuando este bostero asqueroso empezó nuevamente a hacer de las suyas) no fueron suficientes y ni siquiera lograron armar un partido de alternativas diferentes.
En el medio tampoco le dieron respiro a Tevez

En esta semana había estado muy tranquilo y sin tanta ansiedad, pensaba que los últimos superclásicos con eliminación habían logrado que se puediera ¨vivir¨ los días previos, sin embargo, yendo al Monumental me di cuenta que mi tranquilidad estaba basada en la seguridad que me estaban dando los jugadores y el cuerpo técnico. No entiendo porqué estaba tan seguro que íbamos a ser tan superiores, supongo que empecé a ver al equipo más sólido y confiado en sí mismos, esa seguridad que les vi cuando empezó el ciclo de Gallardo. El camino de la reconstrucción es largo y todavía falta mucho (especialmente porque todavía no encontraron el fútbol para dominar al rival y ganar los partidos). 
Ponzio-Domingo ganaron el medio

El ingreso al Monumental fue calmado como nunca (no se cual es el arreglo con la policía, si la orden es política y policial, si el arreglo es de la policía con la barra, si hay acuerdo entre todas las partes... la cuestión es que en este torneo apenas controlan y apenas arman embudos, en menos de 10 minutos se pasan todos los controles que hay en las últimas 5 cuadras), llegamos al estadio y tuvimos una voz femenina como la voz del estadio y faltando poco para empezar el partido (sigo sin entender que no juegue la reserva el mismo día del partido), se armó la fiesta (la tribuna con globos y los fuegos artificiales exagerados desde el club).
Domingo una de las figuras del domingo

El partido no defraudó porque el equipo salió a jugar como si estuvieran en una final. Aguerridos, concentrados al máximo, cubriendo todos los espacios en bloque, desacomodando a los rivales, con un ida y vuelta permanente y solidario por las bandas... 30 minutos muy buenos en los que faltó un conductor para darle más ideas al equipo al armar el juego. Luego vinieron unos minutos para tomar aire y el final del primer tiempo nos volvió a encontrar dominadores y con más situaciones de gol. En ese primer tiempo Mercado se perdió un gol en el área chica, pegó un tiro en el palo y hubo otro par de situaciones claras (sin contar el penal alevoso delante de la cara del árbitro). Los bosteros pusieron jugadores ofensivos y de poca marca en el medio pero terminaron corriendo y sin tener la pelota porque el trabajo del mediocampo millonario fue muy asfixiante. Domingo y Ponzio dominan bien el medio, con sus limitaciones pero potenciando sus características. Domingo volvió con mucha confianza y seguridad, no le molesta el murmullo y es un jugador que se sabe ubicar y que se entrega los 90 minutos, concentrado y ordenado tácticamente mientras que Ponzio empuja desde su desorden, entrega y personalidad. Entre los 2 frenan los circuitos del rival y esta vez fueron ayudados por los costados. El trabajo defensivo fue muy bueno pero ayudados por ese esfuerzo del medio. Mammana volvió a cumplir muy bien en un partido fundamental, le cuesta y le molesta jugar en la izquierda pero eso no impidió que cubriera a Vangioni, Maidana o Mercado según la ocasión. Entre los centrales cubrieron a los delanteros bosteros (anularon a Tevez que ni siquiera pudo llevar peligro con la ayuda del árbitro). Vangioni y Mercado subieron constantemente, Mercado (estuvo muy lento en el pique corto) sufrió toda la tarde los desbordes pero siempre hubo alguien para ayudar y nunca dejó el tiro sencillo para el rival. El sacrificio y la entrega de esos jugadores hizo recordar los mejores momentos defensivos de River Plate (esos del cuchillo entre los dientes) y provocó que casi no le llegaran a Barovero (que como siempre respondió con tranquilidad cuando se lo necesitó).
Loustau lo vio, Insaurralde lo llevó más de 5 metros agarrándolo a Maidana hasta voltearlo. Alevoso

A la hora de armar juego estuvo más complicado. Fernandez presionó bien en el medio y se animó a desbordar, ayudó mucho que Mercado acompañara de cerca, del otro lado Driussi no fue tan desbordante pero Vangioni hizo un trabajo muy sacrificado. Lo mismo pasó con Mora (corrió todo el partido detrás de los defensores y fue una de las claves ofensivas) y Alario (un fuera de serie que esta vez se tuvo que retrasar varias veces) que muchas veces ayudaron y buscaron el lugar para complicar al rival.
Alonso pudo haber sido héroe...

En el segundo tiempo ellos tuvieron más la pelota (con muchísima ayuda arbitral, incluído otro penal no cobrado. El primero había sido un agarrón con ambos brazos de varios segundos delante de él, el segundo fue tiraron del hombro a Alario, estando a menos de 5 metros el árbitro, el juez de línea y el ayudante. Cagones que no quisieron cobrar penal) y costó presionar tanto. Gallardo buscó un equipo más ofensivo y aprovechar la ventaja que se lograba por los laterales. Ingresaron el Pity (para ganar en velocidad, no pudo ganar tanto como se esperaba) y Alonso (volvió a mostrar inteligencia pero perdió un gol imposible en el punto penal) para estar en el área para conectar algún centro. Sobre el final sacó a Ponzio para darle más fútbol con Lucho pero lamentablemente no alcanzó y sufrimos la lesión de Maidana faltando 2 minutos para terminar el partido.
Lo más doloroso de este domingo. Veremos cuantos días se ausentará Maidana

Una pena no haber ganado un partido tan ganable (las chances estuvieron) y un dolor la lesión de Maidana pero también hay que reconocer que este equipo se está rearmando, ya entendieron que los detalles que entregaban Rojas, Teo, Sanchez, FM6 y Kranevitter ya no están, ahora hay que encontrar otras cosas en la solidaridad del equipo, hay que recuperar la solidez defensiva (ya se está consiguiendo) y esperar que los carrileros tengan menos sacrificio defensivo pero más habilidad futbolística, habrá que ver quienes dan esas características y nivel necesario para armar un equipo efectivo, tal vez menos sólido pero con más fútbol y efectividad en el área (la característica de los jugadores están). Lo bueno es que ya nos estamos apoyando en los puntos fuertes que este equipo supo tener y aún guardaba en su memoria.

Por Charro.

viernes, 4 de marzo de 2016

¿Punto final?... Nunca los vamos a olvidar

La noche más nefasta... ¿algún día pedirá perdón?

Se viene el superclásico en el Monumental y esta gran semana no deja de traernos noticias (aunque la mayoría tratan de silenciarlas). Empezamos el lunes ganándole a Independiente, seguimos el martes con la renuncia de Arrugabarrena, el miércoles nos enteramos de la llegada de los Llantos Schelotto a la bostanera y que el detestable Loustau nos dirigiría nuevamente frente a los bosteros (y esta vez en el Monumental). Como si fuera poco, ayer en medio del silencio absoluto, nos enteramos del sobreseímiento del panadero y otros 9 cómplices de la barbarie.

La salida del vASCO Arrugabarrena es una pena. A lo largo de este tiempo y disfrutando de tantos resultados, aprendimos a apreciar y reírnos de las estúpidas declaraciones de este personaje al que se lo comió el miedo y la incapacidad. Es increíble como una persona puede pasar rápidamente de ser respetado y ganador a ser detestado y dar lástima. La malaria para este personaje empezó luego de haber boqueado antes de la semifinal de Sudamericana 2014. Nada extraordinario pero desde ese momento se perdió el respeto y pasó a ser ¨un bostero más¨. Empezó a derrapar en el verano 2015 cuando su equipo ganó un partido de pretemporada por 5 a 0 y dijo que ese partido era más importante que la eliminación en semifinal en una copa oficial internacional (?). Ese día el hincha de River Plate le perdió el respeto y empezó a reírse de su estupidez pero lo peor llegó el día más lamentable del fútbol argentino y ese día Arrugabarrena tuvo mucha responsabilidad. El día del gas pimienta el entrenador estaba desesperado por lograr que se siguiera jugando el partido. No le importó la salud de sus colegas, no le importó como detener al presidente de River Plate que entraba a la cancha, no le importó la actitud de sus jugadores ante el hecho y finalmente le exigió a sus jugadores que se alistaran como para empezar el segundo tiempo para que quede la foto como si ellos hubieran querido seguir jugando y los jugadores de River Plate no habían querido seguir. Semejante seguidilla de incomprensión y desatinos, solo pueden explicarse desde el miedo y por la desesperación de entender que iba directo a su segunda eliminación internacional en manos de River Plate (tanto que hasta Tristeleme salió a decirle que la clasificación no la perdió en un escritorio).
Un visionario o le cumplieron la promesa...

Ese día, con esas actitudes, el Vasco Arruabarrena pasó a convertirse en Asco Arrugabarrena y selló su futuro a pesar de los refuerzos que le fueron trayendo. Lentamente debió tragarse todas sus declaraciones por haber quedado primero en su grupo y luego haber sido eliminado por el peor clasificado en la serie de grupos de la copa, hasta sus propios jugadores empezaron a hacer declaraciones perjudiciales

Claro que ese día no fue el culpable mayor, simplemente fue un eslabón más de una noche lamentable. Ese día hubo un panadero que tiró gas pimienta, drones con fantasmas y un montón de elementos más que nunca sabremos en que habrían terminado luego de un triunfo millonario. Ese día nos ganó la sorpresa y la bochornosa reacción de la impresentable dirigencia bostera. Ese hecho bochornoso (cuya única consecuencia fue que ayer jugaran un partido sin público) tuvo un punto final ayer al ser sobreseído el ejecutante de ese acto criminal. Ya nadie duda del poder del presidente bostero en la gestión del nuevo gobierno nacional y todos saben que su poder se basa en la amistad con el presidente Macri y en sus ¨contactos¨ en el poder judicial. Lamentablemente no pierde oportunidad para mostrar su poder e impunidad. No es la primera vez que muestra su ¨capacidad¨ de acción (especialmente en acciones contra la barra que podría perjudicar a la dirigencia) y esta vez decidieron cortar por lo sano con este juicio (era obvio que se llegaría a la complicidad de la dirigencia). Como dijo el panadero... se le fue la mano. Ojalá Angelici algún día también diga que se le fue la mano.
¿Los bosteros no eran rosita?

Nos da pena que se haya ido el Asco, debería darle pena a todo el país la impunidad con que se maneja el presidente bostero y debería ser blanco de todo nuestro repudio que hayan permitido el ingreso al Monumental al ser despreciable de Loustau (otra maniobra de impunidad de Angelici). Es repugnante que un personaje que ya sea por corrupción o por servidumbre al Padrino, vuelva a dirigirnos en el Monumental y ante los bosteros. Ojalá el Monumental se haga oír.

Por Charro.

martes, 1 de marzo de 2016

Historia y actitud pudieron más que la imprecisión

Definición pefecta ante el error del arquero

River Plate sigue jugando mal pero hay buenas noticias. Como siempre el resultado es fundamental (más si necesitas recuperar 8 puntos en un torneo que le quedaban 12 fechas) pero hay otros aspectos que pueden ser muy importantes. Gallardo decidió que antes de encontrarse con el equipo y el juego que quiere darle como característica, debe lograr devolverle la garra y la defensa sólida que supo tener. Dejó de lado las pruebas y armó un esquema que le diera seguridad defensiva a los jugadores y desde ahí intentará rearmar al equipo. Para partidos en los cuales el rival decida atacar es muy útil, habrá que ver como funciona ante equipos ultra defensivos (¿será el caso de los bosteros?).
Entrega absoluta y permanente de la defensa. La dupla central volvió a confiar.

Noche de lunes otra vez, noche del diablo y noche en la que solo se debía ganar o dejar de lado este torneo corto. Gallardo optó por un esquema bien definido y seguro (4-2-2-2) y así salieron los jugadores sabiendo lo que necesitaban hacer. Jugaron con el cuchillo entre los dientes pero no lograron conectarse con la pelota porque ambos equipos presionaron incansablemente y estuvieron muy imprecisos. El partido tuvo momentos intensos e interesantes pero la mayor parte del riesgo que llevaron a los arcos contrarios fue gracias a los errores del rival. En todo ese desorden sobresalió la actitud que puso River Plate. No es que antes no tuviera actitud sino que volvió a ser ese equipo agresivo que se entrega en cada pelota durante los 90 minutos.

Ayer hubo puntos muy altos de rendimiento. Barovero no tuvo la atajada histórica pero logró que todas las pelotas que llevaban mucho riesgo hacia su arco se convirtieran en jugadas sin peligro, fue una de esas noches en las que lo veías revolcarse y salir apresurado pero daba la sensación de no haberse esforzado demasiado. Barovero hace muy sencillas las difíciles, simplifica su tarea lo máximo posible, la concentración y entrega fue absoluta. Claro que el trabajo defensivo no empezó ahí. Los centrales se la jugaron durante todo el partido. Al formarse la dupla Maidana-Mammana, ambos intentaron acoplarse y ser prolijos. Maidana volvió a la seguridad que lo caracterizó en los últimos años y logró anticiparse muchas veces, salió a perseguir y no se limitó a cuidar la ¨quintita¨, no ganó en el mano a mano sino que impidió que la pelota llegara al rival. No la tuvo fácil porque Independiente puso mucha gente (y bastante variada) pero alcanzó con la mentalidad ganadora del pasado. Mammana acompañó en la actitud, no salió tanto y prefirió cuidar el espacio (Vangioni subió mucho y dejó más espacios que Mercado) pero le dio tranquilidad a sus compañeros. Una tarea prolija para que principalmente Maidana y Vangioni pudieran lucirse. Mercado y Vangioni no estuvieron finos con la pelota (especialmente en el primer tiempo), jugaron con imprecisión (una de las características principales de ayer) y les costó retener los avances rivales (subían con mucha gente y con presión constante) pero nunca dejaron que el rival avanzara con tranquilidad y los persiguieron hasta el último instante. Podían perder ante el atacante pero nunca dejaron que terminaran la jugada con comodidad. Ambos se lucieron en la entrega y Vangioni durante el segundo tiempo hizo una demostración de ida y vuelta y de su habitual locura de exponer su cuerpo a las patadas rivales. Se la jugó al límite y entregando todo lo que tenía. 
Pisculichi entró por presión dirigencial pero salió lesionado

El mediocampo volvió a ser solidario y muy activo. Ponzio hizo gala de su desorden habitual pero también tuvo la entrega y el empuje que muchas veces muestran el camino. Nunca dejó que el rival nos llevara por delante, nunca dio respiro y llevó al equipo para delante. Cubrió huecos defensivos pero también deja muchos huecos (tarea del otro 5 cubrir esos espacios y estar los 90 minutos pendiente de esos erores) en su constante intención de apurar al rival. Esta vez el acompañante fue Arzura. Le costó encontrar su lugar y cubrir tantos espacios (además que Independiente movió mucho el balón) pero terminó contagiado en la actitud. Gallardo pensó en la seguridad defensiva e intentó que el fútbol se armara a partir del juego de Pisculichi y Martinez para abastecer a Alario y Mora con las subidas de sus laterales. No funcionó en los primeros minutos porque la pelota terminaba en los pies de los defensores rivales pero además porque Pisculichi salió lesionado a los pocos minutos. Gallardo decidió cambiar el esquema haciendo ingresar a Mayada y el uruguayo jugó un muy buen partido. Mayada estuvo rápido, participativo y decidido; varias veces llegó a situación de gol y terminó llevando mucho peligro al arco rival. Hizo lo que le pidió Gallardo, corrió la banda derecha, ayudó en defensa y ataque y cuando el equipo lo necesitó por izquierda, también fue efectivo por allí. El Pity volvió a tener uno de esos partidos en que se destaca por hacer muy buenas y muy malas pero también estuvo muy participativo y bien predispuesto a la marca. Con la salida de Arzura y el ingreso de Fernandez (que tampoco estuvo preciso con la pelota), el equipo encontró sus mejores momentos futbolísticos. Ocupó espacios más ofensivos y atacó con más gente.
Un goleador que sigue haciendo historia

Al no tener fútbol y basar el juego en la entrega, Mora y Alario no la tuvieron fácil. Fueron parte de ese trabajo defensivo y pelearon (y corrieron) durante todo el partido, no dejaron en paz a los defensores rivales. Fueron tapones provocaron el error rival. Mora estuvo incansable y Alario expuso su cuerpo en el cuerpo a cuerpo. En la última parte del segundo tiempo se sucedieron jugadas de riesgo para ambos equipos hasta que Rodriguez dio rebote ante un cabezazo de Alario y este aprovechó para definir con tranquilidad, categoría y sabiduría. En los últimos minutos ingresó Alonso para darle aire y más poder ofensivo (cuando aún estábamos empatados) y como siempre fue inteligente y le dio al equipo lo que necesitaba.
Un guerrero, un goleador muy completo

Un 1 a 0 sacrificado y sin jugar bien pero suficiente para plantearse que estamos reiniciando el camino que habíamos perdido. Apretados por los resultados, el equipo volvió a jugar como si estuviéramos en una final.

Por Charro.