Más interesante afuera que en la cancha...
Parece que el destino se tomó el tiempo de darnos una lección para que dejemos de mirar al costado y que los dirigentes empiecen a tomar el toro por las astas. Jugar ante un Arsenal mediocre un viernes a la noche, en cancha vacía y que te conviertan un gol a los 30 segundos y otro gol faltando 30 segundos para terminar el partido, podría tomarse como un mensaje del destino (?) para mostrarte como fue tu torneo. Empezó siendo un desastre porque tenías la cabeza en otro lado y terminó peor porque te despreocupaste, pusiste excusas y no tenías nada mejor para hacer.
Este es el presente millonario, no hay mucho más (salvo un semestre con un D´Alessandro que luchará con las lesiones y la ilusión de que algunos pibes demuestren una capacidad que hasta ahora no fue tenida en cuenta) y la dirigencia no quiere mostrar pánico (?), exagerar la preocupación o quiere hacernos creer que todo está bajo control y que no hay mucho para dramatizar (?).
Un gol anulado a Lucho. Hubiera sido victoria pero con el mismo angustiante trámite
La dirigencia prefirió dormir en los laureles, o mejor dicho, recostarse en los laureles muy bien obtenidos y esperar que el ciclo se repitiera por arte de magia y sin hacerse cargo de todas las pérdidas y errores que se iban cometiendo, dejaron todo en manos de Gallardo y de la inoperancia dirigencial (o el dulce sueño del éxito anterior). El resultado es que el equipo que tenía una personalidad increíble y tanto orgullo y hambre de éxito se fue desvaneciendo y hoy ya no queda casi nada. River Plate va penando por las canchas sin saber muy bien hacia donde apuntar y sin saber a qué jugar (algo básico).
El partido de ayer no fue una excepción sino uno más de lo mismo. Un River Plate con algunos errores individuales, sin respuestas sobresalientes sino ¨normales¨ o deficientes y luego se pierde en la inexpresividad. En el segundo tiempo intentó ponerle algo de intención, de presión, de vergüenza deportiva pero ya no sabe como darle sustento a sus ¨ganas¨. Saben que presionando y teniendo la pelota pueden lastimar al rival pero perdieron la brújula y cuando tienen la pelota ya no saben que hacer, no saben como llegar al área rival para generar peligro, se limitan a algún desborde y centros sin mucho sentido teniendo en cuenta que ya no hay tantos cabeceadores peligrosos. Los habilidosos no se juntan y erran los pases cortos, en lugar de hacer la jugada más sencilla, hacen lo más complicado y cuando hay que pisar la pelota y cambiar de frente de ataque lo hacen a velocidad tortuga o retrasan los ataques con toques hacia atrás. Nadie sabe hacia donde apuntar y la cabeza está perdida.
Por fin un penal...
Ayer el arquero Batalla tuvo su primera experiencia sin red donde protegerse; tendrá que absorver la presión de saberse observado y evaluado en cada jugada (al menos por el hincha) con la pesadísima comparación de Barovero y el murmullo del Monumental ante cada gol. Ayer solucionó un mano a mano pero dejó la sensación que podría haber hecho mucho más en los goles. La defensa tuvo un partido para el olvido compitiendo para ver quien era peor. En el medio no pasó nada y arriba no estuvo mucho mejor (excepto por Alario que volvió a mostrar ser diferente). Este es el equipo titular y demuestra que el nivel es preocupante, ni siquiera nos ayudó que nos hayan cobrado un penal de visitante después de 3 años.
El panorama no es alentador porque la dirigencia tampoco parece muy preocupada ni apurada por cambiar. Este plantel necesita varios retoques y que surjan varios jugadores de las inferiores para convertirse en un equipo con aspiraciones. Es un tiempo ideal porque el entrenador tendrá mucho tiempo de trabajo, se podrá hacer una buena pretemporada y se podrán hacer las compras necesarias... ¿habrá más sangrías en el plantel? ¿se harán las cosas bien? ¿habrá reales refuerzos?
Por Charro.